Kakyoin nunca ha sido muy buena para relacionarse con otras personas, nunca ha sentido la necesidad de hacerlo, prefería llevar una vida tranquila y sencilla.
Ella no quería relacionarse con nadie que no fuera capaz de ver a su stand, pero ella nunc...
Es confuso, pero como si no fuera confuso No es como si nuestra relación no fuera nada Como el tiempo entre los días de la semana y los del fin de semana Entre lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo
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Jotaro y Polnareff se encontraban hablando tranquilamente cerca de una ventana alejados del resto de los estudiantes, era receso y el azabache siempre buscaba un lugar tranquilo, lejos de todas las chicas que siempre se la pasaban fastidiándolo.
—Oye, ¿no has notado que Kakyoin actúa de forma extraña últimamente? —preguntaba el francés, mientras buscaba a la pelirroja con la mirada.
—¿Extraña?
—Si, bueno... ayer la vi pasar por los pasillos, pero con bastante precaución, como si no quisiera que alguien la vea.
Jotaro sabia a lo que Polnareff se refería, durante la clase la pelirroja actuaba tranquila como siempre, pero unos minutos antes de que sonara el timbre que indica el inicio del receso, noto como la pelirroja sacaba algo de su mochila con mucho cuidado y al sonar el timbre esta salió del salón con mucha prisa. Algo que resultaba muy extraño, ya que Kakyoin siempre se la pasaba en el salón durante el receso o algunas veces solían refaccionar juntos en la azotea.
—Mira ahí esta —dijo Polnareff.
La pelirroja estaba en el pasillo, caminando hacia los escalones que llevaban a la azotea, con una bolsa verde en sus manos.
—¡Hey, Kakyoin! —Polnareff se acercó a la pelirroja, mientras que Jotaro lo seguía unos pasos atrás.
—H-hola chicos —saludo Kakyoin, mientras que escondía detrás de su espalda la pequeña bolsa que llevaba en sus manos.
—¿Te refieres a esto? —Kakyoin mostro la bolsa que llevaba—, b-bueno es... son unos pinceles que me pidió Rohan.
—¿Rohan? —dijo Jotaro.
—S-sí, bueno el me sugirió unirme al club de arte y... quería que le llevara estos pinceles para una actividad que haremos esta tarde.
La forma de actuar de Kakyoin hacia que Jotaro no confiara en lo que les decía, definitivamente algo no estaba bien.
—Entonces vamos al club de artes —sugirió el azabache.
—C-claro, vamos...
A la pelirroja no le quedaba de otra mas que ir con sus compañeros al club, aunque era una mentira lo de los pinceles, si era cierto que la pelirroja era parte del club y Rohan que era el presidente del club se llevaba bien con ella, así que la pelirroja estaba segura que este le seguiría la corriente y así librarse de Jotaro y Polnareff.
