Kakyoin nunca ha sido muy buena para relacionarse con otras personas, nunca ha sentido la necesidad de hacerlo, prefería llevar una vida tranquila y sencilla.
Ella no quería relacionarse con nadie que no fuera capaz de ver a su stand, pero ella nunc...
Estoy preocupado cada día debido a ti El tiempo lento es demasiado Mis uñas cortas toman mi corazón ¿Estaba tan desesperado por el fin de semana?
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El avance que tenía la relación de Jotaro y Kakyoin comenzaba a derrumbarse en esos días.
Por parte de la pelirroja, estaba molesta con la actitud del azabache. Entendía que podía ser algo brusco con los demás, pero sabía que no era una persona que golpearía a alguien sin una razón. Lo único que ella quería era una explicación del porque había golpeado a Terence, pero Jotaro solo se dedicaba a ignorar el tema.
Todo este asunto también era difícil para Jotaro. Como le explicaría a la pelirroja que lo hizo porque estaba preocupado por ella. Conocía a Dio y a sus compañeros del consejo, y sabía perfectamente que no puede confiar en ellos.
Polnareff y Avdol notaron lo que pasaba con sus compañeros. Trataban de hacer algo para que hicieran las pases, sin embargo, ni uno de los dos daba su brazo a torcer. Después de varios intentos lograron convencerlos de comer juntos en la azotea y así poder hablar de lo que paso.
Sonó el timbre indicando que el receso había empezado. Kakyoin pensaba ir junto con el azabache hacia la azotea, tal vez el caminar juntos ayudaría a que la tensión entre ambos disminuyera, pero este salió del salón sin esperarla. A veces eres insoportable pensó la pelirroja. Antes de ir con sus demás compañeros fue al sanitario.
Ya en la azotea se encontraba Polnareff. Al parecer Jotaro era el único que había llegado. Ambos estudiantes se saludaron y se sentaron a esperar a Kakyoin y Avdol.
—Bueno... al fin le explicaras lo que paso.
—No tengo nada que explicarle.
Esto será difícil pensó Polnareff.
—Estoy seguro que si le ex-
—¡Quieres ya dejar ese tema! —grito el azabache, comenzando a enojarse.
Ese grito lo escuchaba Kakyoin quien estaba detrás de la puerta de la azotea. La pelirroja se encontraba a punto de abrir la puerta, pero se detuvo al escuchar a Jotaro gritar.
—¡D'arby es uno de los asistentes de Dio! es razón suficiente para romperle la cara —continuaba hablando Jotaro. Kakyoin al escuchar eso estaba dispuesta a encarar a Jotaro—. No entiendo porque insisten en hablar de eso, en especial Kakyoin... es una maldita molestia.
Eso fue más que suficiente para Kakyoin, sintió como unas lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, ya no estaba de ánimos para comer con ellos. Corrió escalones abajo y se fue lo más lejos que podía. Avdol que estaba camino hacia la azotea solo vio como la pelirroja salía corriendo, pensó que el plan no había funcionado y fue tras ella. Mientras que Polnareff y Jotaro seguían en la azotea.
