Kakyoin nunca ha sido muy buena para relacionarse con otras personas, nunca ha sentido la necesidad de hacerlo, prefería llevar una vida tranquila y sencilla.
Ella no quería relacionarse con nadie que no fuera capaz de ver a su stand, pero ella nunc...
Contenido un poco sensualon +16, lea con precaución.
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La semana transcurría tranquila como siempre. Jotaro y Kakyoin iban juntos al instituto; a la hora de finalizar las clases el azabache siempre acompañaba a su novia a casa. A pesar de que ya llevaban meses de ser novios, debido al trabajo de los padres de la pelirroja, es que Jotaro no los conocía del todo.
Hubo una ocasión que Kakyoin invito a Jotaro a su casa para hacer las tareas de matemáticas y sus padres no estaban por su trabajo. Justo cuando el azabache se estaba despidiendo, los padres de Kakyoin caminaban tranquilamente hacia su hogar, ya que habían regresado de su viaje y a lo lejos vieron a su hija con un hombre de casi dos metros, que para su padre se miraba peligroso. Apresuro su paso y cuando estuvo junto a su pequeña, el joven ya se había ido.
Kakyoin saludo felizmente a sus padres y le parecía extraño ver a su padre alterado.
—¿Paso algo en el camino? —pregunto Kakyoin.
El padre de Kakyoin la tomo por los hombros y la vio de la cabeza a los pies para asegurarse que su hija no tuviera nada malo.
—¿Papá... estas bien?
El nombre ya más tranquilo dio un suspiro y soltó a la joven.
—No es nada —respondió.
Sin decir nada más, el señor entro primero a la casa, detrás fue su esposa, no sin antes giñarle un ojo a su hija. Kakyoin se quedó en la entrada sin saber que acaba de pasar.
Los días que sus padres se quedaron en casa no volvieron a tocar el tema del joven de "apariencia peligrosa". Hasta que la joven les comento que tenía novio. Su madre ya se hacía una idea de quien se trataba y su padre sintió un vacío existencial.
En el instituto Kakyoin le conto a Jotaro lo que paso esa tarde y este llego a la conclusión que él fue el causante de esa forma de actuar del padre de Kakyoin. Al final quedo como una anécdota graciosa entre ellos.
Para arreglar el mal entendido, la pelirroja invito a Jotaro a su casa un fin de semana y así podría presentarle a sus padres. Sin embargo, ese día por la madrugada sus padres salieron de nuevo a trabajar y Jotaro no pudo conocerlos. Por más planes que la pelirroja hacía, el trabajo de sus padres siempre terminaba arruinándolos. Es debido a eso que aún no conocían al novio de su hija y Kakyoin con el tiempo dejo de intentarlo.
Hoy al salir de clases Jotaro invito a Kakyoin a su casa. Así podrían estudiar para los exámenes de ingreso a la universidad y pasar el tiempo juntos. La pelirroja acepto nerviosa; ya había pasado tiempo desde que Holly los encontró besándose, pero ella seguía avergonzándose de solo recordarlo.
En la casa Kujo no había nadie y Jotaro recordó que su madre a veces salía a comprar a esa hora y por lo cual no se preocupó. El azabache dejo a su novia en su habitación y fue por algo para beber. Kakyoin vio la habitación y recordó el día en que se quedaron solos por la lluvia, eso hizo que sus mejillas se ruborizaran. A los pocos minutos Jotaro llego y empezaron a estudiar.
