Si la montaña no va a Mahoma. . .

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Unas horas antes. . .


Jay

       Romeo sigue inconsciente y conectado a esos aparatos, Ace dijo que las primeras horas serian difíciles, una enfermera lo monitorea cada una hora, Rob esta dentro de la habitación, sentado a su lado y con un rosario entre sus manos, rezando en silencio, que ironía. . . nuestro trabajo es la muerte pero eso no lo aparta de su fe. Los observo desde afuera a través de la ventana.

-¿Me llamaste?- Sam vuelve su mirada hacía el interior de la habitación-. ¿Aun nada?-suelta un suspiro.

      Niego lentamente con la cabeza y saco mi teléfono celular de mi bolsillo, buscó el número de Kate que cogí mientras ella dormía, eso y las fotos de ella en durmiendo mi cama.

-Quiero que encuentres todo lo relacionado con este número, su nombre es Kate-le ordeno.

Sam me mira alzando sus cejas oscuras.

-Oh, ¿Kate?-expresa con voz melodiosa-lo fulminé con la mirada-, Vale-alza las manos-¿que quieres saber?.

-Todo, y cuando digo, es todo- lo miré a los ojos para que quede claro lo que quiero.

Chasque la lengua.

-Ok, todo-asiente- dame unos minutos y lo tendrás.

-¿Y Sam?.

-¿Si?.

-No revises mis fotos-le advierto con la mirada.

Me dice "ok" con sus dedos.


-Lalalalalala-Sam teclea en su computadora mientras canturrea con el chupetín en su boca.

         La bolita dulce se mueve de un lado a otro dentro de su boca, no tarda mucho en encontrar a la chica y para su sorpresa, es la misma de anoche.

-Vaya, vaya- se echa hacía atrás en su silla con las manos detrás de su cabeza.

-¿Quién es?.

      Sam dio un respingo al oír la voz de Ismail detrás de él, se endereza incómodamente y se quita el chupetín de la boca.

-Jefe, es algo que me pidió de favor Jay-sonrió falsamente como si lo hubieran atrapado con las manos en la masa.

-Pregunté quien es-insiste serio.

-Amm, oh, bueno. . .-se aclara la garganta, esta en un aprieto, porque no sabía si era correcto o no decirle sobre la chica de Jay.

No es que a ellos se le estaba prohibido tener familia, el asunto estaba en sus personalidades.

-Mi novia.

Salvado por la campana.

Sam suelta el aire retenido en sus pulmones.

-¿Tú novia?-Ismail enarca una ceja antes mirar la foto en la pantalla- Jay, ella es la chica de anoche-asegura antes de volver su mirada seria hacía Jay.

-Desde anoche lo es.

-¿Por qué?.

-Porque así lo prefiero-responde.

       Sam pasea su mirada hacía uno y a otro en silencio jugueteando con su chupetín, se gira en su silla y rápidamente le envía la información al e-mail de Jay sin que su jefe se de cuenta. La mirada de toro que su jefe tiene es una clara señal de que viene una tormenta.

El Barman: ObsesivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora