Dieciséis: Un puto experimento

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Me desperté por que una luz de la ventana me estaba interrumpiendo mi lindo sueño

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Me desperté por que una luz de la ventana me estaba interrumpiendo mi lindo sueño.

Me resfregue el ojo con mi mano libre y con la otra acariciaba la espada desnuda Dani que estaba acostado prácticamente arriba mío, con su cabeza en mi abdomen, abrazado a mi cintura.

Que lindo es despertarse así. Mil veces me imaginé este momento, pero eran eso, solo imaginaciones que para , nunca se iban a cumplir.

Supongo que eso es amar a una persona, que al solo verla y las acciones que tiene hacia vos, te empezás a imaginar un hermoso mundo con esa persona. Y es lindo, por que proyectas algo seguro con esa persona que tanto te llama la atención.

Dani se empezó a remover y levantó su cabeza confundido con una carita recontra dormida. Se refregó el ojo y me miró, me regaló una hermosa sonrisa.

¿Alguien vio mi tanga?

—Hola— habló con voz ronca, más de la que tiene.

Ya fué, creo que llegó hasta la casa de Brisa, y como no le bastó se fue volando a la de Morena. Después le pido que me la traiga.

—Hola bebé.

—¿Que hora es?— se acomodó mejor y se semi sentó en el respaldo de la cama, me atrajo hacia él y me abracé a su cintura.

—No se, ¿las once tal vez?— dudé, el agarró su celular y se fijó.

—son las cuatro de la tarde— se rió por mi confusión.

Las cuatro de la tarde.

¿Que tenía que hacer yo?.

—¡LA PUTA MADRE!— Me levanté rapidísimo de la cama y empecé a vestirme con mi ropa.

—¿Que te paso Roma?— preguntó confundido, me agarró del brazo.

—¡Me tengo que ir a lo de mi mamá a encontrarme con las chicas y me olvidé!— me golpeé la frente.

—Eu calmate. Te llevo yo— habló tranquilo.

Les juro que no se como hace, el estar tranquilo todo el tiempo que me habla, no si es su don, pero quiero que me lo comparta.

Soy una persona muy acelerada, todo tienen que ser ya, si tengo que hacer cosas para mañana, las hago hoy.

Y si por ejemplo me olvidé de algo que tenía que hacer, mi cuerpo y mi mente se vuelven más aceleradas de lo normal. Como ahora.

Colegas // Daniel RibbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora