Colegas // Daniel Ribba

Once: Sorpresa

-Perdón Roma, perdón por dejarte sola.

-¿Porqué?.

-¿"Porqué" que?- preguntó confundido Daniel.

-¿Por que no me dijiste que estabas saliendo con Abril?-Dije directa.

Él cambió su expresión a una más relajada, como a una triste. Suspiró.

Hace tres días pasó lo de el apartamento de Dani, ese día yo estaba en shock y supuse que no estaba del todo consciente de lo que estaba diciendo. Preferí dejarlo en su casa, me dormí en el sillón, a la mañana siguiente le preparé un café y dejé todo ahí.

Dicen que los borrachos y los chicos siempre dicen la verdad, pero supongo que no quiero aferrarme a esa idea. Es algo inestable para mi.

Me considero como una persona sencible y muy impulsiva, TOTALMENTE impulsiva. Así que en medio de todo mi shock, decidí mandarle un mensaje a Daniel para que venga a la mansión y solucionemos el problema que teníamos.

Nunca pasamos más de dos días peleados, y yo no voy a pasar una semana sin hablar con Dani, por terceros.

Lo miré, esperando su respuesta, el me miró y se humedeció los labios. Era inevitable no bajar mi vista hacia ellos.

¿Que quieren? Es hermoso.

-Era para evitar decirte que siento algo por v...- estaba por decir algo, pero el imbécil de Duki entro a lo divo al living.

-¡LLEGO EL MAS GRANDE PERRAS!-yo lo miré y me llevé una mano a la cara.

Que frustrante.

-¡MAURO!- Grité.

-Uy, ¿interrumpí algo?- pregunto, al ver mi notoria cara de mal humor.

-No te preocupes gordo, no era nada...- contestó tranquilo Dani.

-Si gordo, preocupate. Era algo- respondí yo enojada.

-Ay, ¿por qué siento que me quiere matar?- me miró Mauro.

-Por que no lo sentís, es así. Te quiero matar.- afirmé.

Y se fue a saber uno donde.

-¿Que me tenias que decir?- lo miré al morocho.

-Nada Romita, que te tengo una sorpresa. - dijo con una sonrisa de nene de cinco años.

Aia, me enamoré.