Veintiséis: Nacho va a ser papá

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Lo miré a los ojos, en ellos me transmitía pura tranquilidad y seguridad, algo que realmente necesitaba

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Lo miré a los ojos, en ellos me transmitía pura tranquilidad y seguridad, algo que realmente necesitaba. Algo que él me brindaba a mi desde hace muchísimos tiempo.

Yo me sonreí, es la mejor propuesta que me pudieron haber hecho, que alguien haga un gesto como este hacia otra persona no es ninguna broma, es algo sincero.

Si hace algunos años venía alguien y me contaba todas las cosas que me iban a pasar en los últimos cinco años, le tiraba un ladrillo por la cabeza. Literal.

Aprendí a no aferrarme a las personas, por que cada vez que lo hacía siempre salía lastimada y no es tan lindo que digamos. Pero con Daniel es diferente, con él hice todo lo que siempre juré no volver a hacer con ninguna persona. Le entregué mi corazón; fue la primera persona a la que le dije un "te amo" realmente sincero. Jamás en mi vida sabía lo que era llamar a una persona "amor" por que realmente lo veía como una total pérdida de tiempo, ya que mi pensamiento era fiel al que todos algún día se iban. Pero no, hay algo en Dani que me hizo romper todos mis ideales, me hizo cambiar completamente.

No se si alguna vez les pasó, pero sienten la necesidad constante de estar con esa persona, y aunque muchos dicen que no necesitamos a nadie para ser felices... Es una total y completa mentira.

Si o si necesitamos a alguien para depender de nuestra felicidad, el fijarnos en cada movimiento que hace, estudiar sus rasgos faciales, las expresiones que hace cuando le disgusta algo o el simple hecho de cuando no se sienten cómodos en el ambiente que se encuentran y necesitan salir de ahí. Y si, les vengo a dejar en claro eso.

Todos necesitamos a alguien para vivir.

Suena muy dependiente y egoísta, pero es así. El ser humano es totalmente egoísta que hace lo imposible para intentar ser feliz con cualquier persona buscando esa felicidad en distintas partes, cuando realmente lo que la mente dice calla al corazón, haciendo caso omiso de que realmente hay solamente una persona con la que somos compatibles. No hay otra explicación.

—Si. Amor. Quiero vivir con vos— le sonreí con una de esas sonrisas que salen de lo mas profundo. Me dejé llevar por mis emociones por primera vez en mi vida.

Él sonrió aún mas y me besó abrazándome por la cintura y girandome en el mismo lugar con él.

—Te amo, te amo, te amo— repetía él, una y otra vez. Yo lo silencié de un beso.

 Yo lo silencié de un beso

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Colegas // Daniel RibbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora