Tae Extraño (Taekook )

IV

El bosque había vuelto al gélido silencio. No había más llamas, no más fuego, sólo dos chicos en el campo de Kansas. Lisa no se detuvo hasta que estaba segura de que Han Dong no los seguía. Pero incluso en esos momentos se mantenía alerta. 

Taehyung por otro lado estaba simplemente intentando calmar su Aura. El encuentro con Han Dong y la aparición de Lisa habían despertado memorias de su tiempo en Corea, memorias que había luchado por contener ahora volvían a él como un huracán. Se detuvo y puso sus manos sobre sus rodillas, cerró sus ojos y se concentró en su Aura. Poco a poco la sentía estabilizarse. Se sintió un poco mejor. Por lo menos Han Dong no vería su Aura, o por lo menos no lo suficiente. 

—Debería de estar aquí. 

Habían llegado a la calle principal que los llevaría de Wichita a Augusta. Justo cuando Lisa terminó de decir esas palabras, un coche negro frenó en seco frente a ellos. Taehyung se hizo un poco hacia atrás, pero Lisa no se inmutó. La puerta se abrió, y de ella salió un muchacho conocido. Al ver la cabellera negra, por un momento Taehyung pensó que se trataba de Jungkook, pero el Aura del muchacho lo negó. 

Min Yoongi se apresuró a Taehyung y lo rodeó con los brazos. 

—No has cambiado nada, V. —Yoongi le sonrió—. Me da mucho gusto verte de nuevo. 

—Lo mismo digo, Yoongi. —La verdad, a Taehyung le daba mucho gusto ver a su viejo amigo. 

—Miren, no quiero arruinar su bonito reencuentro, pero nos tenemos que ir. Han Dong nos podría encontrar en cualquier momento. 

—Lisa tiene razón. Suban. 

Taehyung dudó antes de entrar al vehículo. Si subía, ¿terminaría de regreso en el Palacio? ¿Quería volver al Palacio?

—V, sólo entra, —Lisa dijo—. hablaremos en el coche. 

Taehyung decidió entrar con sus amigos, por lo menos para hablar de esto. Yoongi encendió el coche y condujo por la calle principal. 

—Bueno, claramente mi vida en Kansas terminó. —Taehyung miró el paisaje nocturno por la ventana—. Odio cuando Namjoon tiene razón. 

Lisa rió. —Además le encanta tener razón. 

—Sí, pero esperaba que esta vez estuviera equivocado. —dijo el Joven Kim desanimado. 

—Tenemos que pensar cómo queremos hacer esto. —Yoongi dijo desde el asiento del conductor. 

—No planeo volver al Palacio. 

—¿Seguro? Digo, Han Dong no te encontró, la mandó la Reina Roja, creo que estarías más seguro si volvié-

—¡No voy a regresar al Palacio, Yoongi!

Un denso silencio se formó y Lisa fue quien decidió quebrarlo. 

—No tenemos que volver al Palacio. 

—No nos podemos quedar aquí, eso es seguro. 

—Lo sé, pero podemos ir al norte. Quizá asentarnos en Minnesota. 

—¿Quieres que vayamos a Minnesota a finales de septiembre?

—No tienen que venir con migo, Lisa. 

—No, claro que tenemos. —intercedió Yoongi—. Te encontramos, finalmente, y la verdad extrañé mucho a mi amigo. Me gustaría que las cosas volvieran a como eran, pro sé que eso no es lo que quieres. Te acompañaremos a Minnesota. 

—No tienen que hacerlo, Yoongi. En serio. Si quieren me pueden ayudar a llegar ahí, pero no se tienen que quedar. 

—Bueno, eso lo veremos.