5. Kirin

971 94 72
                                    

Silencio. Solo el más profundo silencio rodeaba al chico, que fingiendo confianza pese a sus nervios, llevo el objeto hasta sus labios. Sus ojos se abrieron con un brillo especial y sus labios se arquearon con una sonrisa. 

-¡Tiene razón, señorita Mei!- tomó otra de las fresas -es una fruta realmente deliciosa-

-¡Te lo dije!- respondió la niña emocionada, a lo que la familia rió.

-nos alegra que ya te sientas mejor,  joven Riku- dijo Moe mientras comenzaba a levantar los platos de la cena, a lo que el chico decidió ayudarla.

-es porque todos ustedes  cuidaron de mi; realmente se los agradezco- contestó con una sonrisa.

-bueno- Sota terminó de limpiar la mesa -será mejor que vayamos a dormir. Mañana será un día bastante largo, ¿cierto Towa?- volteó a ver a su hija, quien se encontraba en la cocina lavando los platos. Ella asintió, sin interrumpir su tarea.

-¿algún motivo en especial princesa?-  Riku dejó sus platos en la tarja y se apoyó en la barra, cerca de la chica.

-es porque tenemos que ir a la escuela- respondió con un ligero sonrojo -tienen un programa de educación a distancia, pero hay que hablar con mis profesores y hacer unos trámites-

-¿educación abierta?- preguntó el chico confundido.

-es... bueno, estudias las cosas por tu cuenta y luego vas a la escuela a presentar los exámenes y que así sepan que si estás aprendiendo- contestó el abuelo mientras terminaba de tomar su té.

-así Towa no tendrá que perder el año, aún cuando regrese a...- Sota se quedó pensando -¿cuál va a ser la excusa? Pienso que no creerán por mucho más tiempo lo de las enfermedades-

-ayer que nos encontramos con unas amigas les dije que me había ido a las montañas con unos familiares; podríamos usar eso- 

-¿las chicas con las que ibas a salir hoy?- cuestionó la abuela.

-¡es cierto!- Riku se llevó una mano a la frente -era hoy lo del kar... eso-

-oh, si, pero se quedaron hasta tarde estudiando para sus exámenes así que mejor será mañana después de las clases- Towa se secó las manos -si te sientes mejor, sería agradable que fueras- agregó con una sonrisa, acercándose más a Riku.

-sería un honor princesa- contestó con el mismo gesto, ante la dulce mirada de los mayores.

-¿puedo ir yo también?- preguntó Mei, rompiendo la atmósfera que se había formado entre ambos jóvenes y haciendo que la chica se separara apenada.

-Mei, las salas de karaoke no son para niños pequeños- contestó su padre.

-además, tu cumpleaños está muy cerca, ¿no preferirías que fuéramos a comprar los adornos?- sugirió su madre con una sonrisa.

-¡si!- contestó la niña emocionada -¿podemos invitar a Riku también?- volteó a ver al pirata -¿quieres estar en mi fiesta de cumpleaños?- le preguntó con esperanza en sus ojos.

-será un honor asistir a su cumpleaños, princesita Mei- dijo mientras hacía una reverencia como las que había visto en sus viajes a occidente.

-¡genial!- la niña se acercó a abrazarlo -¡habrá fresas cubiertas de chocolate! ¡te encantarán!- 

-bueno, entonces será mejor que vayamos todos a dormir- Sota  cargó a su hija menor, quien soltó un bostezo -tenemos muchas cosas que hacer mañana- 

-quizá aproveche para recorrer la ciudad- comentó Riku.

-¿y si fueras con nosotros?- preguntó Towa -así podemos ir juntos con las chicas en cuanto terminemos de hablar con los profesores-

Riku en el presente (Ritowa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora