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REACTOR

Rubius y Vegetta desataron a Willy el cual tenía la mirada fija en el suelo. Ninguno de los presentes hablaba hasta que Alex llegó corriendo.

-Estamos sin rumbo- dijo el pelinegro.

-¿Como que sin rumbo?- preguntó Rubius.

-La nave no se dirige a ningún lugar, tan solo estamos flotando en el espacio- respondió Aroia la cual venía por detrás de Alex.

-Fargan dice que necesita tu ayuda para pilotar la nave- añadió Alex mirando a Willy aún con la mirada seria.

-Vale pero antes os tengo que decir una cosa importante- Willy hizo una señal para que se acercaran a él y así lo hicieron- Hay cámaras y micrófonos por toda la nave así que Forest nos está viendo en todo momento.

-¿Y qué tenemos que hacer?- cuestionó Vegetta también susurrando.

-Solo tenéis que tapar de alguna forma las cámaras, hay una en cada habitación- respondió Willy.

-Está bien, nosotros tapamos las cámaras pero tú ve a ayudar a Fargan- susurró Aroia- Y ni se te ocurra intentar matarlo.

-Vale, ya os he dicho que ahora estoy de vuestro lado así que no os preocupéis por Fargan- dijo Willy para después caminar hacia navegación para encontrarse con Fargan.

-Tenemos que tapar las cámaras- suspiró Vegetta.

-Se que ya no hay ningún asesino entre nosotros pero me sigue dando algo de miedo ir solo por la nave- añadió Rubius.

-La verdad es que a mí también- dijo Aroia.

-Entonces iremos por parejas- añadió Vegetta- yo iré con Rubius y vosotros dos juntos- señaló a Alex y a Aroia.

-Por mi bien- dijo Alex.

-Nosotros taparemos las cámaras y micrófonos de la parte derecha de la nave y vosotros la izquierda- añadió Aroia.

-Ahora que lo pienso ¿Con que taparemos las cámaras?- preguntó Rubius.

-Podemos poner una prenda de ropa en cada cámara- sugirió Aroia- hay muchas camisetas en la habitación común.

-Buena idea, manos a la obra- dijo Alex para que después los cuatro caminaran hasta llegar a la habitación.

Rubius y Vegetta agarraron varias camisetas de uno de los armarios mientras que Alex y Aroia buscaban la forma de tapar los micrófonos.

-Tal vez si ponemos un calcetín en el micrófono no se escuche- sugirió Aroia a lo que Alex rió.

-No creo que sirva de mucho pero no creo que haya otra opción- dijo Alex- diles tu idea a Rubén y Samuel, yo cogeré los calcetines.

-Vale- y dicho esto Aroia se acercó a sus amigos para comentarles su idea.

Alex por otro lado abrió uno de los cajones del armario y comenzó a agarrar los calcetines.

Cuando Aroia volvió con él Rubius y Vegetta ya habían salido de la habitación por lo que simplemente caminaron hasta la sala de meteoritos y pusieron un calcetín en el micrófono y una camiseta tapando la cámara.

La presentación quedaba un poco ridícula puesto que se veía una camiseta colgando del techo de la habitación y sin poder evitarlo Aroia comenzó a reírse contagiando así a Alex.

-¿Pero porque te ríes?- dijo Alex sin poder aguantarse las carcajadas.

-Es que parece un pito- dijo Aroia para después volver a reír.

Cuando la chica se calmó por fin fue cuando siguieron colocando prendas de ropa en las cámaras y micrófonos de la nave.

(...)

Por otro lado Vegetta y Rubius se encontraban en la sala de electricidad.

Vegetta se estaba riendo puesto que Rubius se había tropezado con un cable después de haberse asustado con una de las máquinas.

-¡Deja de reírte y ayudame bobo!- exclamó el menor aún en el suelo haciendo un puchero.

-Pero es que como te has podido caer- dijo Vegetta aún riendo.

-¡No ves que hay un montón de cables por todo el suelo!- gritó Rubius haciendo que Vegetta riera aún más.

El menor al ver como el pelinegro no dejaba de reírse de él le estiró del brazo haciendo así que el mayor tropezara también con uno de los cables del suelo y cayera justo a su lado.

-Uis... Tas bien?- dijo Rubius fingiendo inocencia.

-¿Pero tú eres tontito?- añadió Vegetta puesto que si le había dolido la caída.

-Ci, pero soy tu tontito.

-Vamos, tenemos que seguir tapando las cámaras- dijo el mayor levantándose del suelo y ayudando al menor a hacer lo mismo.

(...)

Willy llegó a la sala de navegación en la que se encontraba Fargan tecleando en un ordenador.

-Hola- dijo Willy sentándose en la silla que había a su lado.

-Oh, hola- saludó Fargan- necesitaba la ayuda de alguien que supiera usar estas maquinas- dijo refiriéndose a los controles de la nave.

La situación por parte de Willy era bastante incomoda puesto que el castaño le había confesado hacía una hora que le gustaba.

No quería negar que Fargan le parecía atractivo y sin duda amaba su sentido del humor, además no podía olvidar como aunque todos hayan roto la confianza que le tenían Fargan seguiría poniendo la mano en el fuego por su palabra, eso era digno de admirar.

-¿Que es lo que tenemos que hacer?- cuestionó Willy.

-Estaba intentado recuperar el control de la nave- respondió Fargan.

-Creo que recuerdo que Forest mencionó algo sobre ello- añadió Willy- ¿Has reiniciado el sistema?

-Si, no ha funcionado- dijo Fargan.

-Entonces significa que los motores están apagados- suspiró Willy.

-¿Hay alguna forma de encenderlos?- preguntó Fargan.

-Si mis cálculos son correctos tenemos que hacer explotar el reactor.

-¡Pero eso nos mataría!- exclamó Fargan.

-No, solo nos dejaría sin oxigeno- añadió Willy- además haría que la energía vuelva a pasar por los dos motores y recuperaríamos el control de la nave, solo hay que buscar una forma de hacer que la explosión no nos mate.

-¿Y cómo podríamos hacerlo?- cuestionó Fargan.

-Tal vez si nos ponemos los trajes y nos alejamos lo máximo posible del reactor podría funcionar, pero no estoy muy seguro.

-Tenemos que intentarlo- dijo Vegetta, el cual acababa de entrar en la sala- os hemos escuchado mientras veníamos, ya hemos tapado las cámaras y los micrófonos.

-Entonces tenemos que ponernos los trajes- dijo Rubius emocionado para después correr a la habitación a por su traje.

Ningún presente sabía porque le entusiasmaba la idea pero no preguntarían porque se le veía feliz.

Todos siguieron los pasos del rubio teñido hasta la habitación y cada uno se puso su traje.

Todos caminaron hasta llegar de vuelta a la sala de navegación pero esta vez con los trajes puestos. Solo les quedaba esperar que la explosión no acabara con sus vidas.

Willy puso una mano en una parte de la pared abriendo así un compartimento en el que había un arma y tres botones.

Acercó el dedo al que decía Sabotear Reactor y miró a sus compañeros.

El entusiasmo de Rubius se había esfumado y en su lugar se encontraba abrazando a Vegetta fuertemente.

Aroia se encontraba agarrando fuertemente el brazo de Alex y Fargan le miraba fijamente.

Cuando Willy presionó el botón las alarmas comenzaron a sonar por toda la nave junto a una frase que se repetía.

Reactor saboteado