ACORRALADO

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Rubius se encontraba en la cafetería junto a Willy el cual después de un par de segundos tratando de tranquilizarle lo logró.

Vieron a los demás caminar por la puerta de regreso a la cafetería y sin pensárselo dos veces Rubén corrió a los brazos de Vegetta el cual aceptó el abrazo sin cambiar su expresión triste.

-¿Como ha ido?- cuestionó Willy mostrando empatía para sus compañeros los cuales se veían devastados.

-Está muerto- respondió Aroia.

-No podemos seguir así- suspiró Fargan- uno de nosotros es un asesino el cual ha matado ya a cuatro personas en a penas dos días.

-Lo sabemos Fargan, nosotros también queremos descubrir quien es el impostor- añadió Vegetta sin separarse de Rubius.

-Todo esto es un asco- suspiró Alex- estamos prácticamente por parejas.

-¿A qué te refieres?- cuestionó Willy.

-Llevo todo el tiempo con Aroia así que puedo asegurar que ella no es la impostora, Vegetta y Rubius afirman que no se han separado en todo momento y que ninguno de ellos son los impostores, y por último Fargan y tú tampoco os habéis separado- explicó Alex.

-Estamos acorralados, el asesino es más listo de lo que pensé- añadió Aroia.

-No podemos simplemente esperar a que nos maten pero tampoco podemos expulsar a alguien y arriesgarnos a que no sea el impostor- dijo Vegetta.

-Creo que lo mejor que podemos hacer es esperar- susurró Rubius- al fin y al cabo no tenemos nada que perder.

Todos vieron a Rubius separarse de Vegetta y comenzar a caminar hacia la habitación saliendo de la cafetería.

-Iré a hablar con él- dijo Vegetta para después despedirse de sus compañeros y caminar siguiendo a Rubén hacia la habitación común.

-Seguramente ya sea tarde, revisaré el cuerpo de Jesús y iré a dormir- dijo Aroia para después caminar hacia la sala de navegación en la que se encontraba el cuerpo de su compañero.

-Voy contigo- dijo Alex en voz alta para después correr hacia donde había ido la chica.

-Esto es una mierda- suspiró Willy.

-¿Que tal si vamos a rellenar la gasolina para hacer tiempo?- sugirió Fargan con una sonrisa- No creo que haya nada mejor que hacer y deberíamos dejarles hablar a solas.

Willy sonrió de vuelta para después asentir a la petición del contrario. Fargan sonrió incluso más y acto seguido tomó la mano del rubio y ambos comenzaron a caminar hacia el almacén.

Ese fue el momento en el que Willy recordó cuanto se arrepentía de tener que hacer eso por su hermana.

(...)

Vegetta entró en la habitación en la que encontró a Rubius sentado en una de las camas. Suspiró y se sentó a su lado.

-No te pongas así chiqui- susurró abrazándole a lo que el rubio aceptó el acercamiento- yo también estoy preocupado pero no creo que rendirse sea una buena idea.

-¿Como puedes ser tan positivo en esta situación?- cuestionó Rubius que para ese entonces ya se encontraba recostado entre los brazos del mayor- No lo digo en mala manera, solo quiero que me digas cómo lo haces.

-Antes no solía ser tan positivo porque no tenía nada en el mundo por lo que ser fuerte. Mi familia me dió de lado hace años y nunca llegué a tener amigos- explicó con una sonrisa triste en el rostro- pero cuando llegué aquí y os conocí a vosotros, cuando entramos en la nave y mataron a Destri. Entonces seguía pensando que seríais amistades pasajeras por lo que pensaba igual que tú... Pero con los pocos días que nos conocemos, que os conozco a todos, se que he encontrado algo por lo que ser fuerte. No soy el mejor dando explicaciones porque realmente nunca me ha gustado socializar pero espero que lo hayas entendido.

Rubius asintió y finalmente comprendió todo, no podía rendirse tan fácilmente porque ahora tenía a Vegetta y a los demás de su lado. Estaba seguro de que estaba enamorado del pelinegro por lo que lucharía por descubrir quien es el asesino y salvaría a las personas que para ese entonces ya consideraba las más importantes de su vida.

Y sin más, pasados un par de segundos cayó dormido en el pecho del más alto, el cual se acomodó junto a él en la cama y ambos se durmieron abrazados.

(...)

Aroia llegó junto a Alex hasta en cadáver de su amigo el cual seguía en el suelo.

-La verdad es que no tenía pensado hacer la revisión del cuerpo- dijo la chica sentándose en uno de los pasillos.

-¿Entonces porque vienes hasta aquí?- preguntó el chico sentándose junto a ella.

-Solo quería salir de ahí y sabía que tú me seguirías- respondió Aroia con una sonrisa.

Alex rió, ambos miraban a la nada pero el ambiente era tranquilo.

-¿Quién crees que sea el impostor?- preguntó el chico dirigiendo su mirada hacia el chico.

-Supongo que por las pistas que tenemos sospecho de Willy y Vegetta pero no puedo asegurar que uno de ellos sea el impostor.

-Lo se, yo también creo que puede ser uno de ellos, aún que Willy me parece especialmente sospechoso.

-Es cierto, el ha estado inculpado en la mayoría de los asesinatos.

-Pero bueno, eso no era la razón por la que había venido aquí- dijo la chica para acto seguido acercarse al contrario y unir sus labios agarrando por sorpresa a Alex el cual a los pocos segundos correspondió el beso.

-¿Y eso a que ha venido?- preguntó Alex cuando ambos se separaron, pero no lo suficiente puesto que aún sentía la respiración de Aroia junto a la suya.

-Supongo que me tranquiliza estar contigo.

Ambos se sonrieron mutuamente para acto seguido volver a unir sus labios.

(...)

El día había llegado y con este Alex se despertó. Al levantarse de la cama vio a todos sus amigos aún durmiendo y para su sorpresa Rubius y Vegetta habían dormido juntos, no se había dado cuenta anoche puesto que Aroia se quedó dormida en el pasillo y tuvo que llevarla a su cama, por lo que estaba muy cansado.

Salió de la habitación común y llegó a la cafetería la cual estaba vacía debido a que sus amigos aún no se habían despertado.

Se encontraba a punto de sentarse en una de las mesas de lugar cuando escuchó unos pasos a sus espaldas.

Se dió la vuelta para encontrarse con Willy. El cual lo miraba con una expresión sombría que le causó escalofríos.

-Hola Willy- saludó Alex tratando de disimular su nerviosismo.

No recibió respuesta del contrario, el cual tan solo caminó hacia una de las paredes ante la atenta mirada de Alex.

El pelinegro le miraba extrañado pero su respiración se cortó por un instante cuando vio que de la pared Willy sacó un cuchillo y comenzó a acercarse a él.

-W-willy ¿Q-que haces?- preguntó retrocediendo tratando de separarse lo más posible del otro presente.

Pero para su mala suerte tropezó con una de las bancas por caminar hacia atrás y quedó totalmente acorralado.

Tenía una pared a sus espaldas, a Willy delante con un arma blanca y la única salida que tenía cerca de encontraba a espaldas del rubio.

-Lo siento por esto, no me lo tengas en cuenta- dijo Willy con una mirada seria.

Alex vio como el rubio levantó el cuchillo dispuesto a enterrarlo en alguna parte de su cuerpo por lo que por inercia cerró los ojos fuertemente.

Pasaron unas milésimas de segundo y sintió el filo en lo que al parecer era su hombro.

Soltó un suspiro de dolor cuando sintió el arma despegarse de su cuerpo y volver a clavarse en tan solo milésimas de segundo.

Sintió su sangre salir de sus heridas y dolía como la mierda. Supo cuando sintió la tercera puñalada que ese sería su final.

•AMONG US•  ×AROXBY×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora