Eʟ ᴅɪ́ᴀ ᴏ̨ᴜᴇ ᴇʟ ᴘʀᴏᴛᴏᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴠɪʀᴜs ɪɴᴜɴᴅᴏ́ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ, ʟᴀs ʀᴏsᴀs sᴇ ᴘɪɴᴛᴀʀᴏɴ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ.
Su vida había perdido el sentido por completo. ¿La razón por la que aún se mantenía con vida? Ninguno de sus intentos de suicidio había funcionado.
Pero cuando...
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La sala de urgencias se encontraba anormalmente llena, habían estado llegando muchas personas la última semana.
El peli negro se encontraba acostado en una camilla, descansando después de haber tenido un lavado de estómago por intoxicación. Otro intento fallido de suicidio.
—Despertaste rápido— Yoongi dirigió la mirada hacia la cortina, para después cerrar los ojos fastidiado
—Se puede saber, ¿Cómo demonios entraste esta vez?— Dijo con voz cansada
—Te voy a dar un consejo— Dijo la chica se acercandose a la camilla —La próxima vez que intentes matarte con veneno para ratas, cierra la puerta con seguro cuando te estés ahogando
Yoongi suspiró cansado aún sin abrir los ojos, para después sentir a la chica quien se sentó a su lado.
—Yoon, ¿Cuántas veces más vas a tratar de quitarte la vida?
—Hasta que funcione, ya viví demasiada mierda— La chica hizo una mueca, para después tomar la mano de Yoongi, haciendo que este fijara su mirada en ella
—Hey... Realmente creí que moririas esta vez— La chica sonrió tristemente —C-creí que en serio me dejarías sola esta vez
Yoongi sintió una opresión en el pecho al ver a su amiga llorar, desde hace dos años se conocían y la chica era quien se había encargado de arruinar cada intento de suicidio que había tenido, siempre estaba de encimosa pero siempre tenía algo que decirle, a decir verdad le había tomado cariño y detestaba verla sufrir. Por eso no quería acercarse que nadie.
—Ryujin... hey está bien— Dijo acariciando levemente la mejilla de la pelirosa y limpiando sus lágrimas —Escucha yo... bien bien dejaré de hacerlo por ahora, pero no te prometo nada
La chica sonrió ampliamente y se levantó de la silla.
—Eso quería oír, ahora me tengo que ir que ya voy tarde al trabajo, nos vemos Yoon— Dicho esto la chica salió de la habitación
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Después de una semana en cuarentena, finalmente habían dejado salir a todo el personal, después de estudios y análisis intensivos y en vista de que nadie presentaba síntomas, todos los trabajadores pudieron regresar a sus hogares con normalidad.
Más con la advertencia de acudir al laboratorio con cualquier signo de infección.
Aunque al desconocerse los síntomas era difícil diferenciar entre cualquier otra enfermedad y aquel virus.
Pero Min no estaba tranquila, seguía teniendo un muy mal presentimiento acerca de todo.
—Ustedes ya pueden irse, regresen en dos días al chequeo— Mencionó una doctora después de haber registrado sus nombres en la lista médica
