Eʟ ᴅɪ́ᴀ ᴏ̨ᴜᴇ ᴇʟ ᴘʀᴏᴛᴏᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴠɪʀᴜs ɪɴᴜɴᴅᴏ́ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ, ʟᴀs ʀᴏsᴀs sᴇ ᴘɪɴᴛᴀʀᴏɴ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ.
Su vida había perdido el sentido por completo. ¿La razón por la que aún se mantenía con vida? Ninguno de sus intentos de suicidio había funcionado.
Pero cuando...
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El reloj marcaba las dos con veinte de la madrugada, el frío invernal comenzaba a hacerse presente y Jun Hee se estaba arrepintiendo de haber decidido salir a esas horas.
Pero aunque quisiera, ya no podía regresar.
Volteó la cabeza una vez más hacia atrás donde yacía su casa, sintió una mala corriente recorrer su estómago y pronto una ventisca helada la envolvió obligándola a esconderse en su bufanda.
Sintió lagrimas recorrer sus ojos ante el recuerdo de la pobre despedida queledio a su hermano antes de salir, el chico se había ido a dormir como todas las noches sin saber que al día siguiente no encontraría a su hermana en su cama, si no a una triste y vulgar nota arrugada con una biblia de disculpas que ni siquieraexplicaba el porqué de su desaparición.
No quería dejarlo, no queríahacerlo pero tampoco podíallevarloconsigo, sabía que Yoongi la odiaría a la larga por haberse ido pero ya no soportaba pasar un díamásencerrada entre esas cuatro infernales paredes.
Caminó por toda la calle hasta el final, hasta ya no ver su casa a lo lejos, entoncessupo que ya no habíavueltaatrás.
Algúndíaregresaría, regresaría por Yoongi y ambos tendrían la vida con laque siempre soñaron, ella lo iba a lograr.
Se iba a esforzar por tener una buena vida para darle a Yoongi.
El te odia
El te odia
El te odia
¡¡TE ODIO!!
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La chica despertó de golpe y con los ojos llorosos, otra vez había tenido esa estúpida pesadilla que no la dejaba descansar en paz, que se dedicaba a atormentarla desde hace años.
Desde esa misma noche que la vivió.
Miró a su alrededor solo encontrando a Selena y Miranda profundamente dormidas en los asientos a lado suyo, a otras personas durmiendo o escuchando música, y otras simplemente sumidas en su propio mundo.
