Eʟ ᴅɪ́ᴀ ᴏ̨ᴜᴇ ᴇʟ ᴘʀᴏᴛᴏᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴠɪʀᴜs ɪɴᴜɴᴅᴏ́ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ, ʟᴀs ʀᴏsᴀs sᴇ ᴘɪɴᴛᴀʀᴏɴ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ.
Su vida había perdido el sentido por completo. ¿La razón por la que aún se mantenía con vida? Ninguno de sus intentos de suicidio había funcionado.
Pero cuando...
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Después de haber estado dos días enteros en el hospital, Yoongi finalmente se encontraba de regreso en su pequeño departamento, el cual estaba extrañamente limpio, seguramente Ryujin se había metido cuando el estaba internado.
El peli negro se lanzó a la cama, lo cual lamentó de inmediato al sentir un fuerte dolor en la zona de las costillas, se había encajado el control de la televisión.
—Tu hija de perra— Expresó una mueca de dolor, para después lanzar el aparato al otro lado de la habitación.
Un rato después sintió como su estómago rugía exigiendo alimento, com pereza se levantó de la cama y se dirigió hacia la pequeña cocina.
Fantástico, no había ni una manzana en el refrigerador. La alacena también estaba vacía. Seguramente Ryujin se había llevado todo cuando el estuvo internado, así la muy perezosa se ahorraba ir al mini mercado de abajo. Aunque bueno, tampoco es que Yoongi tuviera la cocina llena de comida pero siempre tiene al menos un paquete de fideos instantáneos.
—Justo cuando lo último que quería hacer era salir— Yoongi rodó los con fastidio, ahora tenía que volver a salir del departamento, bajar los cuatro pisos hasta la planta baja, cruzar la calle y caminar quince minutos hasta el supermercado de la plaza porque el mini súper del primer piso siempre está cerrado y las pocas veces que abre lo único que hay son cigarrillos y alcohol.
Después de un largo viaje de cuatro pisos finalmente salió del edificio, bajó la capucha de su sudadera ya que el sol le molestaba la vista y emprendió camino por las calles.
Por todo el camino notó algo extraño en las personas, todas parecían estar muy impresionadas viendo algo en sus teléfonos y en las televisiones de las tiendas. Si bien le pareció raro no le tomó importancia y continuó hasta el supermercado.
Se encontraba anormalmente vacío, lo cual le pareció extraño a Yoongi.
Se dirigió hacia la sección de los fideos, tomó tres paquetes de ramen y dos de arroz, unas gomitas con forma de osito y un refresco de limón. En la caja, mientras esperaba en la pequeña fila con tres personas frente a él, centró la mirada en una pequeña televisión que usaban los empleados para distraerse cuando no había mucha clientela, más usualmente para los del turno de la noche.
Estaban informando acerca de un suceso que había alarmado a todo España, al parecer un hombre que se creía había muerto en la plaza central de Madrid se levantó y comenzó a atacar personas.
—¿Viste lo que sucedió en España?— Le decía una mujer a la cajera, aparentemente su amiga —Dicen que un sujeto parecía haber muerto en el centro y luego se levantó
—Si, vi un video de una chica que lo grabó todo y lo subió a las redes, ese tipo parecía un zombie— Las mujeres frente a él comenzaron a chismear entre sí, lo cual le pareció indiferente a Yoongi, quien se concentró en la noticia.
"Después de atacar a más de veinte personas el sujetofue abatido por las autoridades españolas, este cayó muerto dejando a decenas de personas entre ellas niños con heridas menores. Se cree que el sujeto se encontraba infectado con algún tipo de enfermedad desconocida hasta la fecha, las víctimas ya fueron llevadas a hospitales cercanos para atender sus heridas y revisar su estado de salud. Pasando a otros temas se ha dado a conocer que en un laboratorio de Estados Unidos....."
Cuando Yoongi se dio cuenta la cajera le estaba haciendo señas para que se acercara a pagar, este retiró toda su atención de las noticias y se concentró en cerciorarse que los cincuenta mil wones que llevaba en el bolsillo alcanzaran para pagar todo.
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Min Jun Hee caminaba con prisa por las calles de San Diego con rumbo al laboratorio donde trabajaba, hace aproximadamente media hora se encontraba en su apartamento comiendo sushi cuando encontró un video en las redes sociales de un hombre que atacó a decenas de personas en Madrid España, después de haber visto y analizado el video por cuarta ocasión reconoció el rostro del sujeto; era el hombre de la limpieza que hace un mes había derramado la sustancia en la sala de muestras.
Tenían muy severos problemas, si lo que sea que causó el desastre que provocó el tipo en España tenía algo que ver con haber estado expuesto al virus significaba que todo el personal que estuvo en contacto con la sala de muestras, el cuarto de limpieza o contacto directo con el hombre antes de que se fuera podría estar infectado, y haber infectado a más personas de paso.
Eso sin contar las víctimas de lo ocurrido en España, las cuales habían tenido contacto sanguíneo directo por las mordidas.
—¿Min?— Jun Hee se detuvo al escuchar la voz de Selena detrás de ella, su compañera vestía ropa bastante informal y tenía un Subway a medio comer en la mano
—Selena, o dios gracias al cielo que te encuentro tenemos muchos problemas, lo que pasó en España estoy segura que tiene relación con el prototipo que perdimos hace un mes y-
—Min, tranquilízate estás muy nerviosa — Dijo la mujer parándose frente a Jun Hee —Y habla en Inglés, sabes que no entiendo el Coreano
Min sacudió la cabeza y respiró profundo, para después dirigirse a su compañera.
—Lo siento, tiendo a hablar en mi idioma natal cuando me altero— Selena levantó una ceja —Es raro que tu estés alterada, ¿Sucedió algo?
Min asintió con la cabeza en repetidas ocasiones, para después sacar su teléfono y mostrarle el video del incidente que Selena.
—Mira esto— Dijo señalando la pantalla —El tipo que causó todo el alboroto del ataque en España es el, es el hombre que derramó la sustancia hace un mes, Selena si lo que le pasó fue provocado por la exposición al virus eso quiere decir que...
—Que todo el personal del laboratorio y las víctimas de España pueden haber adquirido el virus— Habló con horror
—Ellas y todas las personas con las que hayan tenido contacto en los últimos treinta días, Selena tienes idea de cuántas personas pudieron adquirir y propagar el virus hasta ahora
—Tenemos que informar inmediatamente al laboratorio— Selena guardó el sándwich en su bolso y sacó dos mascarillas de tela, extendiéndole una a Min —Pontela, si no es que ya estamos contagiadas podríamos contraerlo en cualquier lado
Min tomó la mascarilla y se la colocó para después guardar su celular en uno de los bolsillos de su pantalón.
—Andando, no hay tiempo que perder.
Y entonces, el caminar se convirtió en correr a toda velocidad para alertar a todo Estados Unidos el peligro que se avecinaba.
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