𝕷𝖆𝖇𝖎𝖔𝖘 𝕮𝖔𝖒𝖕𝖆𝖗𝖙𝖎𝖉𝖔𝖘

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«ᴠᴜᴇʟᴠᴏ ᴀ ᴄᴀᴇʀ, ᴇɴ ᴛᴜ ᴘᴇᴄʜᴏ ᴇɴ ᴛᴜ ᴘᴀʀ ᴅᴇ ᴘɪᴇꜱ»

«ᴠᴜᴇʟᴠᴏ ᴀ ᴄᴀᴇʀ, ᴇɴ ᴛᴜ ᴘᴇᴄʜᴏ ᴇɴ ᴛᴜ ᴘᴀʀ ᴅᴇ ᴘɪᴇꜱ»

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||||||𝕷𝖔𝖆𝖉𝖎𝖓𝖌||||||

Amor mío
Si estoy debajo del vaivén de tus piernas
Si estoy hundido en un vaivén de caderas
Esto es el cielo, es mi cielo

El rubio mira con atención al muchacho castaño. Este se mueve al mismo compás que su acompañante, sujeta con fuerza la copa de alcohol que tiene en la mano derecha, siente como la sangre le hierve ante esa imagen, pero no puede hacer nada. Ese chico no era suyo, no podía reclamar ese acercamiento tan descarado, esa sonrisa tan coqueta, no podía hacer nada más que quedarse sentado observando como la persona que quiere está con otro. Traga a palo seco el whisky, pide otro de manera rápida y se resigna a que no podía hacer nada más que dejar que pasara la noche, suspirando estricta y solamente por él.

Amor fugado
Me tomas, me dejas, me exprimes y me tiras a un lado
Te vas a otros cielos y regresas como los colibrís
Me tienes como un perro a tus pies

Los besos se vuelven cada vez más intensos, las lenguas batallan con fuerza, su espalda choca contra la pared de aquel callejón, siendo presionado por el cuerpo más pequeño, lo toma de la cintura para tenerlo aún más cerca, una mano toma su muslo y hace que lo levante, pegando sus entrepiernas y haciendo que se restriege de manera constante, los jadeos del contrario no tardan en aparecer.

— Rubén...— esos ojos que lo tienen hipnotizado, se encuentran llorosos, pegan sus frentes mientras se miran mutuamente—. Aquí no.

El noruego se separa y lo toma de la muñeca, tomó alcohol, pero no lo suficiente como para no poder conducir su moto. Hace que Raúl se siente y ponga el casco, con rapidez se monta él también para poner rumbo a su hogar, intenta que el bulto entre sus piernas no sea molesto a la hora de mirar la carretera, pero todo lo que imaginaba, todo lo que le iba a hacer a ese pequeño cuerpo detrás suyo, hacía que perdiera la cabeza.

Otra vez mi boca insensata
Vuelve a caer en tu piel
Vuelve a mí tu boca y provoca

Vuelvo a caer en tu pecho en tu par de pies

Cierra la puerta, se queda de espaldas al muchacho durante unos segundos, no tarda en pegarlo a cualquier pared para volver a comerle la boca. Se deshacen de las camisetas de ambos, sus besos bajan hacia su cuello, provocando así múltiples gemidos.

Otro beso se forma, se dirigen al sofá sin separarse, Raúl toma el control esta vez haciendo que el menor se siente, se sube encima de él y comienza un vaivén de caderas que hace que su erección sea más dolorosa de lo que ya era, Rubén lame sus pezones haciendo que el castaño se sorprenda y de un pequeño salto, ambos gimen ante el doloroso placer. Deseosos de más toque, de llegar aún más lejos.

яυвιυѕρℓαу'ѕ вσσкDonde viven las historias. Descúbrelo ahora