Mini historias | ZEVI [Attack on Titan]

Elevador

Había entrado al elevador con la persona que tanto odiaba y destetaba, y ahora estaba atrapado con él por una falla atorados en quien sabe que piso. Ambos eran estudiantes, uno de segundo y otro de tercero, y ambos trabajan en el mismo lugar, desde su primer encuentro hubo un choque entre ellos debido a sus personalidades.

Levi Ackerman era una persona obsesionada con la limpieza, enojon y difícil de tratar a menos que seas cercano a él. En cambio Zeke Jaeger era desordenado en algunos aspectos, decía las cosas como eran y era una persona con un humor algo raro, podría decirse que su humor era algo oscuro. Salían a la misma hora de la escuela, y trabajaban en un café ubicado dentro de un centro comercial por lo cual debían usar un elevador que los llevaba a la tercera planta. Aunque podrían usar las escaleras pero al parecer ese día por las prisas de llegar temprano decidieron meterse al elevador juntos. Mala idea.

Antes de que el elevador se parara, se estaban peleando porque el de lentes la noche anterior se fue sin limpiar nada dejando al asiático y a sus compañeros solos, había muchas mesas sucias, varias tazas y platos sucios, y este se había ido porque le parecía aburrido ayudar a limpiar y salir más tarde de su hora.

—Perfecto, el elevador se para y ahora estoy atrapado con una bestia como tú. —Espetaba el pelinegro con una voz irritada.

—No seas tan malo, Levi. —El ojiazul hablaba tranquilo, tratando de evitar que el mayor hiciera algo que pudiera herirlo.— Pronto alguien llegará y nos sacará de aquí.

—Hm, supongo, porque no quiero estar más tiempo aquí contigo, apestas a tabaco.

El rubio lo miro, y luego soltó una risita. Ganándose una mirada confusa del pelinegro.

—¿Realmente me odias, Levi?

—¿Acaso no lo habías notado?

—No creo que tú realmente me odies. —Zeke miró a su acompañante, quién aún estaba confuso.— Y lo digo porque pareces tener cierto interés en mí.

—¿Interés por ti? —El asiático bufó con ironía por las palabras. Sea a lo que sea que el rubio quería llegar se estaba sintiendo levemente curioso ante las palabras dichas, saber el porque creía eso.

—¿Acaso el Capitán del club de la Legión no se ha dado cuenta?

—Tch, habla ahora mono. —Levi estaba empezando a molestarse al notar que el otro empezaría a dejarlo con la duda y no quería eso.

—Vamos Levi, ¿por qué cada que estamos en el trabajo evitas mirarme a los ojos? —El rubio le sostenía la mirada al otro, quien no dejaba de verlo fijamente tratando de no sentirse intimidado.— En cambio cuando estamos solos puedes verme, así como ahora ¿hay algo que no quieres que los demás noten?

El asiático se sorprendió un poco con lo escuchado a la vez que ponía mala cara intentando disimular un poco su sorpresa. Pero sólo respondió con enojo y secamente.

—No se de que hablas, pero parece que estar encerrados aquí te hace creer cosas que no son.

—¿Crees? —Zeke se acercó lentamente al otro, mientras cortaba el espacio entre ambos.— Tu sabes que lo que digo es cierto.

El Ackerman lo miraba sin moverse de su lugar, no iba a dejarse intimidar por alguien y mucho menos por Zeke Jaeger.

—No tienes pruebas, eres un don nadie sin pruebas y argumentos.

—Si eso es lo que tu crees adelante, pero tú y yo sabemos que hay algo entre nosotros Levi, y eso no puedes negarlo.

Y antes de poder dar una respuesta al rubio unos trabajadores del centro comercial habían llegado a salvarlos, o salvarlo mejor dicho. El ojiazul miró al otro antes de salir y sólo para que esté más se enojara le sonrió con picardía ocasionando que el más bajo chasqueara la lengua y mirara hacía otro lado. No iba a darle la razón de lo último y tampoco iba admitir que las palabras dichas por aquel idiota eran tal vez ciertas.