Enfermería

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Juraba que hacía calor en aquel salón, demasiado calor que sentía sus mejillas arder y el profesor de clases parecía no sentirlo, sea como sea estaba sudando y necesitaba que la clase terminará.

—Jaeger, ¿te encuentras bien? —El profesor llamó desde su lugar, parecía preocupado.

—Ah... sí, estoy bien... —El de lentes susurro volviendo a su examen.

La clase duraba dos horas al igual que aquel examen, pero por alguna razón empezaba a sentirse mareado, como si le faltara el aire y de un momento a otro todo se puso negro. Lo único que escuchaba de fondo era al maestro gritar y a sus compañeros entrar en pánico.

—¿Estará bien?

Una voz, podía escuchar la voz de su profesor ¿con quién hablaba?

—Claro, sólo tiene una fiebre muy alta. Al parecer el pobre se desveló estudiando y no durmió nada, y bueno, se desmayó por eso.

Se escuchaba otra voz que no distinguía muy bien. ¿Dónde estaba? ¿Y porqué no podía ver nada? ¿¡Acaso se había quedado ciego?! De la nada se levanto de golpe, asustando a las dos personas que estaban con él.

—¡No veo nada! —Zeke se despertó de repente, y... y bueno, la toalla húmeda que tenía encima de sus ojos se cayó.— Oh...

—Oh. —Repitió la otra persona que no conocía, quien lo miró con indiferencia pero con algo de gracia.— Veo que haz despertado.

—¿Eh? —El chico miró a su profesor quien tenía la mano en su cara y luego volteó a ver a la otra persona. Era el enfermero de la escuela y podía jurar que era el hombre más guapo que había visto en su vida.

—Bueno, yo tengo que volver a mis clases. —El profesor dijo, volteando a ver a Jaeger.— Luego habláremos sobre cuando puedes terminar tu examen, joven.

El rubio asintió, sonrojándose por aquella escena tan ridícula que había hecho, y luego volteó a ver al chico que parecía ser mayor que él, por lo menos unos 5 años mayor. Preguntándose si era prudente el preguntarle o no su nombre, pero mientras lo pensaba el chico hablo.

—Soy Levi Ackerman, supongo que nunca habías venido a la enfermaría ¿verdad?

—... —Se quedó mirándolo bobamente como si hubiera tenido un flechazo casi instantáneo por esta persona, pero luego reaccionó y desvió la mirada.— No, es la primera vez que vengo... eh, supongo que gracias por ayudarme, Levi.

El pelinegro lo miro curioso ante la actitud casi tierna de aquel chico. Casi todos los hombres o mujeres que lo conocían actuaban de esa forma, pero este chico parecía diferente. Era como si hubiera tenido un flechazo casi instantáneo por él, y aunque eso no debería ser posible le parecía curioso.

—No hay de que, si ya te sientes mejor puedes irte a casa, el profesor dijo que no habría problema.

—Uh, bien. —Zeke se levanto con torpeza, agradecía que al menos su maestro había traído su mochila y que no tenía que ir hasta el salón de clases a buscarla y que todos lo miraran. Casi con prisa fue hacía la salida de la enfermería, volteando disimuladamente hacía Levi antes de abrir la puerta y encontrándose con su mirada.

—Si te vuelves a sentir mal, puedes venir aquí de nuevo. —Levi sonrió, mientras notaba como el chico se sonrojaba y asentía, saliendo rápidamente de aquel lugar.

Una vez fuera, el rubio sintió su cara arder otra vez y sabía que no era porque se sentía mal sino porque aquel enfermero de baja estatura era demasiado guapo. ¿Acaso esto es a lo que se le conoce como amor a primera vista?

Mini historias | ZEVI [Attack on Titan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora