Mini historias | ZEVI [Attack on Titan]

Celos

No es que le molestara ver a aquel enano llevarse tan bien con Erwin Smith, era la forma en que se trataban lo que le molestaba, y no, no eran celos porque no eran nada... aún. Sólo le molestaba verlos juntos.

El rubio se encontraba perdido entre sus pensamientos mientras miraba de vez en cuando a la dirección de ellos dos, notando como Levi era muy diferente que cuando estaba con él. Sin darse cuenta de que sus compañeros le hablaban, hasta que Pieck lo tomo de la barbilla para llamar su atención.

—Si sigues mirándolos pensarán que los estas acosando. —La pelinegra soltó una risita.

—¿Eh? Yo, no los estoy mirando Pieck... —Negó en seguida mirándola a ella ahora.

—¿Por qué tienes tanto interés en ese Ackerman? —Porco Galliard era quién hablaba ahora, mirando con desinterés a aquellos dos a lo lejos.

—No los estoy mirando, ¿por qué creen eso?

—Porque Pieck ha estado hablando desde hace rato y desde que esos dos aparecieron sólo te la pasas mirándolos. —El castaño volteó a ver a Pieck mientras se le ocurría una idea.— Zeke, ¿no quieres intentar algo?

—¿Hm? ¿Cómo qué? —El rubio volteó a ver a Galliard, quien miraba a la pelinegra y entre ellos se sonreían, unas sonrisas que posiblemente le iban a traer problemas.

Levi quien estaba del otro lado de la mesa hablaba tranquilo con su acompañante, quien era su mejor amigo en realidad. Habían llegado a aquel lugar para esperar a Hange, al parecer Erwin tenía una cita con una chica llamada Marie que había conocido hace más de dos meses y quería invitarla a salir. Sino fuera por ellos dos seguiría en espera aquella cita hasta quien sabe cuando.

Mientras esperaban a la castaña de lentes, Levi sabía que Zeke estaba en el mismo lugar y era por eso que se habían sentado enfrente de ellos porque sabía que al rubio de barba le molestaba que pasara tiempo con Erwin, aunque este negará aquello lo sabía. Volteo a ver hacía aquella dirección discretamente, y se sorprendió al ver que aquella mujer pálida y de cabello negro estaba sentada encima de las piernas del barbudo, coqueteándole mientras el otro parecía seguirle el juego.

—Ese idiota... —Susurro el más bajo mientras fruncía el ceño.

—¡Levi! —Hange quien había llegado apenas se dio cuenta de lo que veía su compañero y se acerco a este mientras reía.— ¿Estas celoso por lo que ves o es idea mía?

Sin negar y aceptar nada sólo chasqueo la lengua, mientras miraba de reojo a aquellos dos que reían y se acercaban más sus rostros, como si estuvieran apunto de besarse.

—Si sigues mirándolos se darán cuenta. —Erwin hablaba mientras el pelinegro fruncía más el ceño, parecía que si estaba molesto con aquella escena y no podía negarlo por su expresión.

—Él puede hacer lo que quiera. —Dijo sin más pero sin apartar la vista.

Mientras del otro lado Pieck y Porco hacían funcionar su plan. Ambos notaban como la expresión del Ackerman había cambiado notablemente, Pieck río ante aquello notando como aquel hombre se levantaba de repente y la chica de lentes intentaba calmarlo. Ante aquella escena ella soltó otra risita y sólo para verlo más molesto tomo al rubio de la cara y le robo un beso mientras el pelinegro se acercaba más rápido hacía ellos.

—Espero esto te ayude, Zeke. —Y una vez dicho aquello volvió a besarlo enfrente del otro, levantándose de repente mientras tomaba la mano de Porco y dejaban a un rubio confundido.

Levi veía como aquellos dos se iban, volteo a ver al de lentes quien ahora lo miraba aún más confuso que antes y sin decirle nada lo tomo del brazo y lo jalo. El mayor caminaba apresurado mientras el otro aún confundido se dejaba llevar, llegando hasta un lugar vacío en la plaza comercial.

—¿Estas molesto? —El rubio preguntó, con inocencia pura.

—Tú, maldito barbudo. —Estaba furioso, y ni siquiera entendía porque. Se supone que nunca había sentido celos de Pieck y ver esa escena le había hecho enojar.

—Yo no sé que ha pasado, lo juro... —Susurro el de lentes con algo de miedo en su voz.

—¿Entonces porque dejaste que te besara? —El pelinegro escupió sin más mientras lo miraba a los ojos.

—Uh, bueno, creo que todo fue muy rápido y no supe que hacer. —Decía la verdad, él en realidad había aceptado seguirles el juego pero nunca se imagino que la pelinegra lo besara para hacer enojar al otro.

El asiático aún sin entender porque estaba enojado lo tomó del cuello de su camisa y lo jaló hacía sí, sin pensárselo empezó a besarlo, mientras el otro correspondía torpemente. Dejándose llevar por el momento de enojo, Levi empezó a bajar a su cuello dejando marcas notables en este para luego darle un último beso y mordiendo con algo de fuerza su labio para dejarle una pequeña herida.

—Más te vale que no vuelvas a hacer nada así, idiota de mierda.

—¡Pero yo no sabía que Pieck haría eso!

Y dicho aquello el mayor empezó a caminar mientras el otro sólo lo seguía a unos metros, sin entender aún nada pero agradeciendo de alguna manera a Pieck por lo de ahora.