DOLOR parte 2

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Seijuuro como un alfa pura sangre podía hacer los más grandes tratos en cualquier mercado empresarial. Sabía que podía conseguir las mejores ofertas y ganar los mejores contratos.

Pero algo que no podía controlar y que se odiaba por no hacerlo, eran los gritos de dolor que provenían de la sala frente a él. Su oído desarrollado y sus instintos le decían que hiciera algo. Lo que fuera.


—¡Doctor!— dijo, levantándose rápidamente de la silla a la que había sido confinado —¡Como esta mi omega!—

El medico con ayuda de una de una de las enfermeras se quitó los guantes quirúrgicos, la bata llena de sangre y camino hacia Seijuuro, se veía serio y eso no lo tranquilizo para nada.


—Señor Akashi— comenzó a decir —Su pareja está en un estado crítico, el dolor es demasiado ya que su canal no evoluciono lo suficiente para un parto natural, es demasiado doloroso ya en estos momentos, ha perdido demasiada sangre, la hemorragia interna es peligrosa y hay sufrimiento fetal, así que hemos decidido proceder con una cesárea—



Seijuuro sabía que no tenía experiencia en esa área, que no sabía nada de medicina, por lo que su alfa podría perder el control en cualquier momento y eso no sería nada bueno. Sentía dentro de su cabeza el pulsar de esa parte de sí mismo que tomaba el control en esas situaciones.



—Necesitamos su firma de consentimiento y de ser posible su presencia en la sala, también se le suministrara un inhibidor especial para que no pierda el control, debido a la sangre y a su propio omega y su bienestar y el de sus hijos—



Seijuuro asintió, trabajando en automático mientras se dirigía a donde la enfermera le indicaba. Tomo los medicamentos indicados, aun con ese pulsar detrás de su cabeza, sus colmillos afilados con la necesidad de proteger a su familia.



En cuanto entro a la sala, vio a Kouki adormecido, con lágrimas en los ojos y conectado a varias máquinas entre ellas una bolsa de sangre. Seijuuro gruño desde el fondo de su garganta, haciendo que las enfermeras y otros médicos del lugar se tensaran.



—Seijuuro...— le dijo Kouki a penas consiente


—Estoy aquí, te lo dije, no es así— le respondió mientras tomaba el lugar que le habían indicado.



Sentía sus manos frías y; aunque quería tocar su abultado vientre, se contuvo. Acaricio el cabello castaño a penas sobresaliente del gorro médico, y limpiando sus lágrimas con la manga de la ropa medica que estaba usando. Se veía tan pequeño e indefenso de esa manera, que más sentía esa sensación de proteccionismo que había sentido mucho antes y solo por él.


—Perdóname... yo... si no lo logro...—


—No digas eso Kouki, lo lograras. Nuestros cachorros te verán y se enamoraran de ti como lo he hecho yo y cuando sean mayores no permitirán que nadie siquiera mire en tu dirección. También los protegeremos y en caso de que haya un omega entre nuestros bebes no dejaremos que ningún alfa se lo lleve y si hay un alfa no dejaremos que crezca pensando que los omegas son solo objetos de placer y para parir—



Seijuuro vio como el cirujano tomaba posición, como cada persona competente de esa sala estaba preparado para lo que fuera que pasara pero, ¿El mismo estaba consiente, seria de utilidad ahí adentro?


—Lamento todas las cosas egoístas por las que te hice pasar... pero no me arrepiento de mis bebes—


—Ya te lo dije, de no ser por ti no sabría lo que es luchar por ser un buen padre, quizá me habría casado por conveniencia con una atractiva alfa solo para conservar la pureza y eso era algo por lo cual no estaba dispuesto a pasar—


INSTINTO EGOISTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora