De mas niña sus hermanos le parecían gigantes a los que nunca iba a alcanzar. Tenía cuatro años cuando los veía enormes y capaces de grandes hazañas como patear pelotas con la suficiente fuerza como para romper el enorme ventanal que daba al patio trasero, pero ser valientes y afrontar las consecuencias de sus actos. Suki había sido la última de tres hijos y le tocó ser un poco consentida.
Veía a sus padres con amor infinito, eso no iba a ponerlo en duda, pero también le daba miedo cuando discutían.
-Papá no está enojado Suki-chan- le había dicho su hermano mayor, Ichiro -Está preocupado por la salud de mamá y eso no es malo-
Su madre decía que ya no era joven, pero Suki veía lo hermoso que era, había escuchado de su sensei que "si le daría" cosa que no compendio y; a externárselo a su padre las cosas habían cambiado. El salón de la mariposa ya no tenía al mismo sensei, ahora era una linda joven que le daba galletas y veía un poco de más a su padre... pero aun no le diría eso a su mamá, disfrutaría primero de las galletas.
-Entonces, no lo entiendo Nii-chan ¿Porque papá discute con mamá y duermen en habitaciones separadas?-
-Tampoco lo se Suki-chan, estaremos bien, como siempre papá va a solucionarlo, ya verás- le respondió Masaki
El niño pelirrojo de 7 años solo atino a mover sus hombros y negar con la cabeza, a veces el tampoco comprendía a los adultos, en un momento parecía que su padre iba a comerse a su lindo madre y ahora estaban así ¿Quién los entendía? Porque seriamente el no.
-¿No se supone que por amor lo sacrificas todo?-pensó
Su boda había sido la más comentada de la historia, o al menos así lo sintió. Había sido la boda con más chismes a su alrededor. Que si era arreglada, que si sus hijos habían sido producto de una violación; que desde un punto de vista más puritano así habia sido debido a la forma en la que se dio la concepción, e incluso con todo la teoría más comentada era que su jefe; al saberse donde había y aún trabajaba ahi Kouki, había hecho un ardid para hacer el negocio de su vida con una supuesta venta y por venta se refería a la suya, como persona. Y era algo de lo que Kouki se arrepentía. No de su unión, sino de todo lo que la rodeo.
También había sucedido lo de la entrevista que desato una comidilla nacional que había dado su madre en nombre de su familia.
Fue algo tan humillante, le había causado tanto dolor y estrés, que había repercutido en su salud y la de los bebes.
Entre demandas, comunicados de prensa y más problemas legales, pasaron casi dos años para que estuviera realmente bien. Se necesitó de todo el poder de Seijuuro para que las cosas se arreglaran, para sentir que tenía un respiro del día a día y que mejor que con quien amaba a su lado. Seijuuro no lo abandono en cada paso, en cada llanto, temor, duda, ni trabajo. No hubo nada que le impidiera tomar de su mano para darle aliento y esa sensación de confort que necesitaba.
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INSTINTO EGOISTA
FanfictionLa edad solo es un número. Sin embargo no puede ignorar a sus instintos, el peso de la presión que poco a poco lo sofoca. Un par de ideas que considero buenas, una necesidad en su alma de la que no quiso escapar. Su corazón roto, la soledad, el egoí...