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Jimin fue el primero en despertarse, ajustó su vista a los rayos de sol que entraban por la ventana y limpio su boca, había babeado todo el pecho de Jungkook, rió por eso, quiso seguir recostándose en Jungkook pero luego recordó que tendría que estar en su casa, tenía que haber estado hace horas ahí. Salto en su lugar tomando su suéter y agitando a Jungkook para que se despertara, su cabeza estaría colgada si no llegaba a tiempo.

—Cinco minutos más.—Murmuró Jungkook dándole la espalda a Jimin e ignorando cómo le seguía moviendo en su lugar.—Déjame dormir.

—No, despierta.—Se quejó, a Jimin se le ocurrió una muy buena idea y sonrió malicioso, levantó su mano y la estrelló contra la espalda de Jungkook.—Despierta.

—Me las cobraré.—Dijo Jungkook frotando donde Jimin había golpeado.—Eres un ruidoso.

—¿Ahora te quejas de eso? Yo creí que te gustaba.—Sonrió.

—Claro, me gusta, pero solo en ciertas ocasiones no cuando estoy durmiendo.

—Tomare nota. Bien, tenemos que irnos.

—Lo sé, lo sé, pero déjame descansar un poco.—Se estiró en su lugar y bostezo.

—No, tenemos que irnos ahora.—Le lanzó su ropa para que empezara a vestirse.—Se supone que tenía que llegar en la noche para recibir a mi hermano.

—¿Tú hermano?—Preguntó mientras se ponía su camiseta.

—Sip, vino para pasar sus vacaciones aquí.

—...Que bien.

—¡Es estupendo!—Salto en su lugar emocionado.—Tal vez podrías conocerlo, te caerá muy bien.

—...Ya lo creo.—Tosió.

Jungkook terminó de ponerse sus pantalones y fue hacia el lado del conductor siendo seguido por Jimin, ambos se acomodaron en sus lugares y después de ponerse los cinturones de seguridad le dieron un último vistazo a la playa. Jimin suspiro con nostalgia, quisiera quedarse más tiempo o construir una casa en la playa, así podría ver las olas todos los días.

—Podemos venir otro día.—Susurró Jungkook viendo cómo Jimin estaba recostado contra la ventana viendo todo con nostalgia.

—Es una buena idea.—Se volteó sonriéndole.

Cuando Jungkook se lo proponía podía ser el hombre más romántico de la tierra, cuando se lo proponía podía hacer muy feliz a Jimin.

Partieron de la playa y se encaminaron al hogar de Jimin, cantaban canciones de la radio y terminaban las frituras que habían comprado en el camino, contaban algunas anécdotas pasadas donde solo podían reír, a veces todo se ponía silencioso y solo la música de la radio hacia algún sonido, pero era todo tan cómodo. Se detuvieron en una gasolinera porque ya se quedaban sin nada en el tanque, caminaron un poco para des-entumecer sus piernas y en un callejón entre la gasolinera se acorralaron para besarse, sonriendo en sus labios y riendo por el poco espacio que había en el lugar. Salieron del callejón tomados de las manos mientras cantaban la melodía de una estación de radio.

Esta subida en su "relación" estaba siendo bastante cómoda y les hacía muy bien, lo único que podían pensar era en seguir cantando las canciones en el auto.

La ciudad se asomó y le dio fin al viaje que hicieron por el cumpleaños de Jimin. Pasaron por las mismas calles hasta estar enfrente del hogar de Jimin.

—Dame una buena excusa.—Pidió desabrochando su cinturón y tomando su mochila.

—Nos quedamos sin gasolina y yo tuve que ir por ella.

Más que eso  ♡̶kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora