c a p í t u l o 6

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Louis [12] Harry [14]

Como lo prometió, lo cumplió.

Era la mañana siguiente, sentía a Louis recostado sobre su pecho, el rizado sonrió nostálgico, habían pasado todo el día de ayer haciendo cosas entretenidas para aprovechar el máximo tiempo posible, Gemma habló con sus padres y los convenció de dejarlo quedarse donde Louis, después de todo Jay tampoco tenía problema.

Ahora estaba a tan solo horas de tomar el vuelo y no verlo en quizás cuanto tiempo.

Suspiró alejando esos pensamientos, disfrutaría estos últimos momentos con Louis, lo llevaría a comer a fuera y le compraría un regalo, sí, eso haría.

Observó a Lou, el castaño se veía tan tierno y delicado durmiendo, era la cosita más abrazable del mundo, su cuerpo esponjoso y suave, con sus mejillas levemente sonrojadas, estaba como para comérselo.

Acarició su cabello en movimientos suaves, Louis comenzó a ronronear aún estando durmiendo.

Era increíble como siempre y por cualquier caricia o acercamiento de Harry terminara ronroneando, parecía un gatito.

Sonrío dulcemente.

El castaño se acurrucó aún más en Harry aceptando las relajantes caricias.

Harry se sentía sereno, tener en esa posición a Lou lo calmaba, su Alfa no estaba inquieto ni malhumorado, era como otra persona.

Miró la hora en su móvil intentando no despertar al pequeño en sus brazos, eran las 8:30, le pareció muy temprano para despertarlo, por lo que decidió levantarse, lo hizo con cuidado de no interrumpir su sueño, tenía que tener todo preparado para hacer su ultima salida algo especial. Lou se removió buscando el calor que le fue arrebatado, Harry lo miró, tomó rápidamente una almohada, la marcó con su olor y se la tendió al castaño, él la abrazó fuertemente hundiendo su nariz en ella.

Salió de la habitación con el nudo en la garganta, bajó las escaleras encontrándose con una Jay desayunando en la sala.

—Oh, buenos días cariño—Saludó al notar la presencia del rizado—¿Ya te iras?.

Harry negó inmediatamente.

—Iré a comprarle un regalo a Lou.

Jay lo miró con ternura y compasión—Ven—Lo llamó mientras golpeaba con pequeñas palmaditas el sillón.

Harry caminó hacia ella, se sentó en el sofá y prestó atención a sus palabras.

—Se que esto no es fácil Harry, pero ya verás que estará todo bien—Lo alentó, el rizado hizo una mueca triste y bajó la mirada—Hey....—Le tomó el mentón para alzarlo—Él te quiere mucho Harry y yo sé que tu también, podrán esperar el tiempo que sea necesario, solo hay que ser fuertes.

Harry secó una lagrima que ya corría por su rostro.

—Tía Jay.... yo, yo lo amo, no sé si podre estar tanto tiempo alejado de él, de tan solo pensarlo se me aprieta el pecho, y......—Sollozó.

Jay al ser primera vez que ve a Harry tan mal, sin dudar lo abrazó, acariciaba la espalda del rizado, este hipaba sin control, finalmente se pudo desahogar, intentó permanecer fuerte y seguro todo este tiempo para no preocupar al castaño, pero no pudo soportarlo más.

—Tranquilo cachorro, todo estará bien, el destino los va a volver a unir, solo dale su tiempo—Hablaba dulcemente.

—Por favor cuídelo mientras no estoy.

Jay sonrió enternecida.

—No seas exagerado, claro que lo cuidare, es mi hijo además existen aparatos tecnológicos, puedes llamarlo las veces que sea—Habló con gracia.

Día Lunar (Larry Stylinson) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora