Día Lunar (Larry Stylinson) [Omegaverse]

c a p í t u l o 22

[...]

El castaño observaba la Luna con anhelo mientras sostenía la mano de su madre quien permanecía a su lado, se encontraban en su patío delantero. Jay lo miró y  asintió dándole seguridad. Lou respiró aliviando el nudo en su pecho que por una razón desconocía sentía, tal vez eran los nervios.

Sus huesos comenzaron a sentirse helados, cayó al piso, jodidamente dolían, sentía como estos tronaban y rechinaban en su interior, contuvo un sollozo y lagrimas salieron de sus dulces ojos, intentó acurrucarse contra él mismo pero fue peor, el dolor fue tan insoportable que gritó desgarradoramente y su madre no podía contenerlo ya que estaba en las mismas.

La luz roja alumbraba todo desde el cielo creando un ambiente misterioso y macabro.

Fue tanto el dolor que terminó por recostarse sobre el pasto esperando y rogando a que se terminase pronto. Los segundos pasaron como minutos, su respiración era irregular y escuchaba a su omega aullar.

De repente estaba de pie.

Lou miró extrañado hacia su alrededor, el dolor se había esfumado, ahora todo se veía de una perspectiva diferente, cuando quiso caminar se percató que tenía patas, sorprendido intentó mirarse mejor.

Era un lobo blanco.

Tan blanco como la nieve y suave como una pluma.

"Hola Lou"-Se escuchó una voz en su cabeza.

El castaño se alarmó.

"Tranquilo, mi nombre es William pero puedes llamarme Willy"- Habló amable "Soy tu lobo"-Explicó antes que Lou se desmayara de la impresión.

El pequeño tenían un revoltijo de sensaciones, ¿estaba conociendo a su lobo?, eso que nunca creyó real ¿estaba pasando?.

"Mami"- Su voz era suave y dulce, llamaba a Jay que estaba a unos pasos más allá observándolo con amor.

Se acercó en cuatro patas con agilidad y refregó su rostro en el pecho de ella, una hermosa loba café solo un poquito más alta

"Hola mi cachorro"-Su voz resonó en su cabeza.

No era la voz de Jay, era de alguien más.

Era tan extraño, sentirse ahí, pero no estar al 100%, en estos momento su omega lo dominaba y no podía hacer nada al respecto.

Un fuerte aroma que hizo temblar al pequeño lobo se hizo presente, "pino y tierra mojada", era tan embriagante que lo mareó, su rostro ya estaba empapado en lagrimas de necesidad, su omega gimoteaba desesperado.

Louis estaba paralizado, reconocería ese aroma en cualquier lugar.

Pero era imposible...

Harry estaba en Francia.