TRUE LOVE [Reddie]

1

El sol de la tarde pegaba fuertemente sobre las rocas, césped y calles de Derry. Los gráciles tonos anaranjados teñían todo el pequeño pueblo y las cigarras comenzaban a cesar sus cantos para dar paso a la insufrible melodía que lo grillos creaban sin ningún tipo de ritmo o coordinación. 

La pulcra y pálida tez de Eddie estaba siendo calentada muy levemente por los últimos rayos solares del día y, para el pequeño, esa sensación era más agradable que cuando volvía a respirar con facilidad después du uno de sus fuertes ataques de asma. 

¿Asma? ¿Él de verdad tenía asma? Ya no sabía ni siquiera ni que tenía.

Su cerebro estaba hecho un lío de pensamientos que se empeñaban de enredarse los unos con los otros creando nudos y marañas en la cabeza del menor, que cerró los ojos y suspiró con pesadez al percatarse de que le iba a ser imposible deshacerse de todos sus tormentos. Por más que Eddie intentaba frenarlos mientras se concentraba en el lento y desafinado murmurar de su mejor amigo mientras cantaba alguna canción de esas que él odiaba, jamás conseguía que desaparecieran y eso lo frustraba muchísimo.

Para Richie, o Rich, como Eddie solía llamarle, era extraño. Era extraño que su mejor amigo no se hubiera volteado hacia él para mirarle con una mirada acusatoria y sus finas cejas castañas hundidas mientras le decía de malas maneras que se callara la boca. Para Richie era extraño que su pequeño mejor amigo no hubiese comentado nada de sus desafinadas notas y de su horrible elección de canción( Horrible elección de canción para Eddie, ya que odiaba el rock). Y a Richie le pareció aún más extraño escuchar al pequeño suspirar; un suspiro largo y cansado, que para un cualquiera no hubiera significado más que eso: un suspiro. Pero Richie no era 'un cualquiera', era su mejor amigo y sabía a la perfección que algo no andaba bien. El azabache no solía detenerse a meditar las cosas, simplemente abría la boca y vomitaba sus pensamientos, pero esta vez, entreabrió sus labios y se agarró aire. 

Estaba en blanco. No sabía qué decir. 

¿Hacía una broma para romper el hielo? Pero Eddie parecía demasiado apagado como para ese tipo de cosas.

¿Le preguntaba que qué le pasaba? Esa podría ser la opción más normal y racional, pero todos sabemos que Richie no sería Richie si fuera 'Normal' y 'Racional', así que después de meditarlo durante unos segundos, observando el pequeño rostro del menor durante unos segundos, admirando la forma en la que sus pestañas creaban sombras en sus rosados cachetes y adorando sus finos, pero siempre húmedos, labios, volvió a abrir la boca y a agarrar aire fuertemente. Respiró tan potentemente que su saliva se mezcló con el aire, no dándole tiempo a la epiglotis a cerrarse y haciendo que un poco de este líquido se colara por el conducto del aire.

Richie tampoco sería Richie si no la cagara siempre.

Comenzó a toser fuertemente, doblando su abdomen y agarrando su barriga mientras escuchaba el seco sonido del cómic que se estaba leyendo, caer al suelo de su habitación.

Eddie abrió los ojos exaltado y observó como su mejor amigo se retorcía en el suelo mientras tosía, con lágrimas en la comisura de sus ojos avellanados. Sus revueltos cabellos moviéndose de un lado para otro y los dedos de sus pies, embutidos en unos calcetines, retorciéndose.

Se levantó de la cama gritando el nombre del de gafas y yendo corriendo hacia el aseo, donde había un grifo. Lo abrió observando como el agua caía en el vaso que había colocado justo debajo de la apertura. No esperó a llenarlo por completo, salió del lugar corriendo, haciendo que un poco de agua se derramara por la palma de su mano por los bruscos movimientos que su cuerpo estaba haciendo.

Se arrodilló frente al azabache, que aún seguía tosiendo ferozmente, quemando las paredes de su gargantas, y le tendió el vaso de agua, sintiendo los dedos de su amigo rozas suave e inintencionalmente con los suyos. Una corriente eléctrica lo recorrió, pero lo asoció al miedo que estaba sintiendo al ver al de gafas toser de tal monstruosa manera.