傷つきやすい心 (Kizutsuki yasui kokoro) ||JimSu||

01: Nuevo proyecto

Soltó un largo bostezo antes de poder encaminarse hacia la estufa, la tetera anunciaba con un chiflido de una sola nota que el agua ya había llegado a su punto de ebullición, pero Yoongi no estaba seguro de siquiera aproximarse a ver la tetera, miro como el vapor salía, mientras se dedicaba a apagar la flama de la estufa, todo bien por el momento.

Al menos nada había explotado.

—Buenos días —canturrearon detrás, Yoongi miro por sobre su hombro como entraba a la cocina su amigo y compañero de departamento, Park Jimin.

—Buen día —contesto Yoongi.

Siguió con la mirada a Jimin, quien llevaba unos pantalones cortos holgados, llevaba puestos sus tenis deportivos, y una camiseta que dejaba al descubierto por completo sus brazos, tenía el cabello mojado al igual que su cuello, clavículas y espalda, estaba empapado en sudor, Jimin iba directo al refrigerador, abriendo la puerta y buscando una de las tantas bebidas deportivas que compraba.

—No dormiste de nuevo —comento Jimin mientras abría la botella en sus manos.

Yoongi parpadeo un par de veces, debía dejar de escribir a las tres de la mañana, pero es que es casi imposible para él, las buenas ideas casi siempre ocurren en la noche, y lo malo de eso, era que, aunque te acomodases en la cama de un lado a otro, no podías conciliar el sueño, era como si tu cerebro te quisiera mantener despierto porque sabía que cuando llegase el día siguiente, se te habrán olvidado las grandes ideas para una nueva historia o un capitulo nuevo para una historia en curso.

—Tenía que hacer algo —comento Yoongi, ¡y vaya que había hecho mucho! Esas dos páginas ahora mismo eran las más importantes por el momento—, ya sabes, los profesores creen que las tareas se pueden hacer en menos de diez minutos.

—Cierto —Jimin soltó un suspiro—, pero deberías dormir, ya se te ven más las ojeras, Yoon.

—Tomaré tu consejo —aunque por supuesto sería difícil—, ¿quieres un café?

—Que sea un té y te acepto la bebida —Yoongi dio un asentimiento.

Las mañanas de ambos usualmente eran la misma historia, Yoongi se levantaba casi siempre tarde, al menos el reloj despertador y Jimin eran quienes le ayudaban a no llegar tarde a ninguna de sus clases, y estaba agradecido con eso, Jimin salía a correr tres veces en la semana, en diferentes días, mientras que Yoongi se dedicaba a quedarse en cama por unos minutos antes de poder levantarse con la suficiente energía como para poner agua a hervir.

Mientras Jimin se dedicaba a hablar sobre lo irritante que se estaba volviendo un amigo suyo, ya que siempre presumía demasiado de varias cosas, Yoongi no podía dejar de pensar en su siguiente proyecto, uno que definitivamente sería grandioso y que lo llevaría inclusive a tener muchos más lectores, de hecho, ese proyecto había sido la causa de su insomnio.

La historia que se había formulado en su cabeza era sumamente perfecta, una llena de romance, de drama, de momentos divertidos y que seguramente sus lectores constantes disfrutarían en todos los sentidos de la palabra, jamás creyó estar tan entusiasmado con alguna de sus historias, aunque siempre terminaba por emocionarse con cada una de las que ha escrito durante todos estos años, pero ahora esta historia que estaba a punto de ser publicada en internet, lo tenía mucho más entusiasmado que nunca.

—... Yoongi —la voz de Jimin lo hizo mirarlo—, ¿de nuevo distraído?

—P-perdón —menciono para después mirar el plato hondo frente a él que ya contenía cereal y algunas frutas picadas dentro—, ¿qué decías?

—Te preguntaba si irías a la fiesta que hará la universidad este fin de semana —Yoongi no es mucho de ir a ese tipo de eventos.

—No está en mis planes, tengo cosas...

—Que hacer, lo sé —Jimin rodo los ojos al escucharlo—, pero debes de salir a divertirte un rato, quizás así puedas inclusive tener más amistades.

—Prefiero quedarme —no es que Yoongi no quisiera amigos, pero prefiere no tener muchos, tenía apenas algunos, y eran de su confianza total—, ve sin mí.

—Algún día te sacaré de esa cueva a la que llamas cuarto de estudio y trabajo —dijo Jimin y Yoongi sonrió levemente, le pesan los parpados, necesita una larga siesta—, no te duermas, tu cara caerá en el tazón.

—No lo creo —dijo mientras soltaba otro largo bostezo—, ¿tendrás practica hoy?

—Sí —dijo Jimin en un resoplido—, el entrenador está cada vez mucho más roñoso que de costumbre.

—Es normal, comenzarán los partidos para pasar a la final, dejará de estar así cuando sepa que ganan el primer partido.

—Sí, eso espero —soltó un largo suspiro y miro a Yoongi, quien comía lentamente el desayuno—, ¿a qué hora dormiste?

—Tres y media de la mañana.

—Un poco más y te hubieran agarrado los fantasmas —Yoongi rodo los ojos al escuchar el comentario que había hecho su amigo—, recuerda acostarte temprano esta vez, ¿sí?

—Sí, mamá —canturreo molesto Yoongi y Jimin soltó una suave risa mientras negaba lentamente con la cabeza.

Una mañana tranquila, aunque la cabeza de Yoongi era estragos debido a tantas ideas que se le estaban ocurriendo para escribir, definitivamente cuando Jimin se fuera a su práctica de baloncesto, no perdería el tiempo, encendería su computadora portátil, y se dedicaría a escribir en lo que su amigo llegase.

No quiere perder ni un solo detalle de las ideas que tenía.