Capítulo 33

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Luke

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Luke

―Sí, lo que tú quieras―respondo con la voz ronca viendo sus intenciones.

Nunca pensé que reaccionaria de esa manera al verme con otra mujer. Pensé que el posesivo y maniático era solo yo pero al parecer me equivoque y no sé si alegrarme o preocuparme.

Me encanta Gema pero esta nueva personalidad está dejando ver cosas que no conocía y que en cierta forma aunque no quiera reconocerlo y ese mal, me excita. Veo la malicia en sus ojos al preguntarme si estaba seguro y si le doy todo lo que me pida

―Entonces llévame a casa―susurra con la voz maliciosa y se sube al auto dejándome descolocado.

Sin decir nada me subo en la parte delantera y le pido al chofer que nos lleve. Le envió un mensaje a Ian y Gema hace lo mismo con Olivia. Durante el transcurso no decimos nada y solo nos miramos de manera cómplice.

―Señor... creo que debería bajar usted primero―inquiere nervioso el chofer y lo miro con curiosidad y en alerta

― ¿Qué pasa?―pregunto a la defensiva y el me señala lo que se encuentra frente al portón de la casa de mi mujer.

Gema de inmediato se percata que algo sucede y no alcanzo a evitarlo cuando abre la puerta y se baja lanzando un grito que me puso los pelos de punta.

― ¡Gema! ¡Joder! ¿Qué pasa?―le pregunto bajándome con rapidez llegando donde se encuentra y ella mira horrorizada una muñeca vieja parecida a la de películas de miedo, envuelta en una toalla con una mancha rojiza y una nota a su lado. Veo la intención de tocarlo pero la detengo

― ¡No!

―Luke...―solloza arrodillándose y llevando ambas manos a su boca

―Amor, dime que pasa―pido desesperado sin entender que mierda significa esto

―E....esa muñeca es mía...―susurra temblorosa y con miedo.

― ¿Como?

Se suena los mocos y se pone de pies lanzándose a mis brazos

―Esa muñeca me la regalo mi padre cuando tenía 5 años―confiesa y la miro incrédulo

― ¿Y que hace acá?―pregunto al aire

Ella entrecerrar los ojos

―Eso mismo me gustara saber

―Cariño, me puedes explicar quién demonios es tu padre y porqué estas así de nerviosa

Ella niega y se acerca con sigilosa hacia la muñeca y coge la carta que tenía enganchada y la abre.

― ¿Qué dice?―le pregunto cuando lagrimas corren por sus ojos y me la extiende negando

La leo rápidamente y luego la envuelvo en un puño tirándola al suelo

―Mi madre tenía razón

Duele Perdonar (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora