Capítulo 30

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Gema

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Gema

Me separo de Luke luego de nuestro tercer round con la respiración acelerada. Realmente ha sido un milagro que Lucas no se haya despertado con mis gritos y nuestros gemidos. Mi cuerpo esta demolido y siento que no doy más. Una vez nos calmamos decido iniciar esa conversación que he postergado con respecto a nuestro futuro.

―Tenemos que hablar

― ¿De qué?

― Hay muchas cosas de las cuales tenemos que hablar Luke, lo sabes ―digo quitando de mi rostro una gota de sudor

Luke entierra su rostro en mi cuello y suspira fuertemente

― ¿Es necesario conversarlo ahora?―pregunta cansado y asiento.

―Sí, es muy necesario si piensas quedarte en la misma habitación que yo

Luke quita de inmediato su rostro y me mira confundido

― ¿Y porque no debería quedarme en tu habitación?―cuestiona

―Aún no hemos aclarado esta situación con Lucas, no quiero que se haga falsas ilusiones―espeto mirando cabizbaja y él se remueve bruscamente en la cama

― ¿De qué mierda estás hablando?―se exalta―Nosotros estamos juntos―asegura y suspiro

―Juntos, juntos como novios nuevamente, no estamos ―contradigo

― ¡¿Como que no?! ¡¿Y esto que es?!―nos señala

―Luke entiéndeme, no es tan fácil, además... aún esta Angela de por medio y al verdad no me gust...

―No metas a Angela en esto que no tiene nada que ver―escupe y lo miro molesta―Ella no me interesa como mujer, no me gusta y solo quiero estar contigo. Ella es solo mi amiga ¿Cuándo lo vas a entender?

Luke se levanta de la cama molesto y se pone sus calzoncillos los cuales están derramados por el suelo

― ¿Qué haces?―le pregunto cuando veo que busca su ropa

―Busco mi ropa―inquiere―Me largo

Lo miro cansada y, en vez de retenerlo suelto: ―No me sorprende que te quieras largar, siempre lo haces―mi voz sale rota y, sin poder verlo dejándome sola me acobijo con las sabanas y como niña chiquita me cubro completamente.

Lo escucho maldecir y siento sus pies nuevamente en la cama acercándose a mí

―Gema...―tienta pero no respondo y cierro mis ojos

―Gema, por favor―intenta quitar la sabana pero no le permito

―Si te quieres ir hazlo―le respondo con la voz quebrada

―Amor... perdóname―pide cansado y suavemente quita la sabana―Mírame―pide y hago un puchero

―No quiero―respondo

Duele Perdonar (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora