-Nahia Aimee o dejas de correr o le diré a tu papá!.-era la cuarta vez que le decía que dejará de correr. Y era la cuarta vez en el día que se caía y venía llorando a mi porque le dolía la rodilla
-Tranquila Becca, es una niña. Déjala ser libre.-dijo Axel a mi lado
-No entiendo como es que tu no estás así y eso que tienes a Kimberly y a Amin
-Porque tengo demasiada paciencia. Y tanta energía como ellos dos.-dijo con mi una sonrisa burlona.-y además que si Kimberly se cae, Amin la ayuda. Él es muy protector con ella.
-Sí, lo he notado. Es algo lindo.-dije recordando aquella vez que Kimberly
Estábamos en nuestra casa, David la había comprado unos meses después de que nació nuestra hija.
Es linda, de dos plantas, tres habitaciones, tres baños y un amplio jardín trasero.
Estábamos todos reunidos porque era el cumpleaños número 5 de Nahia.
Aunque era una fiesta algo familiar. Se encontraba Arath y Denisse, esta última estaba embarazada de su primer hijo aunque aún estaba en su primer trimestre.
También estaba Todd y Nati, con sus dos pequeños hijos, Juliette de 4 y Daniel de 2. Juliette era tan parecida a Nati y Daniel era una réplica de Todd.
Fernando y Andrea, ellos aún no tenían hijos ya que al par de locos se les ocurrió la idea de viajar por el mundo y sólo venían cuando había un cumpleaños. Así que más o menos los veíamos una o dos veces al mes.
Rodrigo había conseguido novia. Era una linda chica, amable, linda. Se llama Annie. Llevaban casi dos años de relación y hacen muy linda pareja.
Cuando nació Nahia, le había mandado una foto a mi mamá y una carta diciéndole que era abuela pero nunca me respondió o trató de buscarme y no la culpaba, comprendía sus razones.
-La princesa está causando problemas.-preguntó David llegando a mi lado y me abrazó por detrás
-Lo de siempre.-me voltee y le di un beso.
-Tal vez deberíamos de buscarle un hermanito, así tendría con quien jugar.- sonreí
-Creo que tenemos tarea entonces
Soy feliz con la familia que he formado junto con David y con las personas a las que comencé llamando amigos y ahora llamo familia. Y aunque mi relación con David no es perfecta, tenemos nuestras peleas y diferencias, sabemos hablarlo y solucionarlos.
Creo que la mejor desición que tomé en mi vida fue haber ido a la casa de mi primo y empezar con esas confesiones.
Nunca te imaginas lo que pueda pasar en una noche, todos los eventos que puede desencadenar y como todo esto puede cambiar tu vida.
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Y esto es el final!!! Muchas gracias a TOD@S los que se dieron el tiempo de leerla.
Espero que les haya gustado y estén al pendiente que pienso seguir escribiendo diferentes historias.
