Capítulo 1

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Era un sábado normal, en la casa de su primo, como de costumbre, hablando de lo que les había sucedido a lo largo del día, haciendo chistes el uno sobre el otro, hasta que él le hizo una propuesta

-¿Qué tal si hacemos noche de confesiones?- ella se quedó pensando, total... ¿Qué malo podía pasar? Si solo era su primo y eran confesiones inofensivas... O eso era lo que ella pensaba.

Esta bien .-contestó ella- pero tu empieza.- él pensó por un momento y después dijo

-confieso que tengo ganas de... Eso.- y fue ahí cuándo ella se dio cuenta que esto iba enserio y no era para nada un juego inocente.

¿Sexo?- ella le preguntó timidamente. Él solamente asintió con su cabeza- eso fue algo muy directo- él sonrió.

-¿Qué tal si tú y yo hacemos un trato?- le preguntó a ella.

-¿un trato? ¿De qué?- preguntó ella curiosamente.

-Algo así como de amigos con derecho- dijo él como si nada, como si fuera algo tan simple.

-claro, solo te olvidas de un pequeño detalle, somos primos... -le recordó ella.

-pues simplemente olvida que lo somos.-le dijo él como si fuera la cosa mas simple del mundo.

Lo que él no sabia es que ella haría todo por el. Puesto que ella lo quería... Demasiado. Y aunque nunca lo había dicho en voz alta... Ella estaba perdidamente enamorada de él.

Y aunque él no había dicho en voz alta, lo sabia. Sabía que su prima lo quería mas que como un primo.

-No es tan fácil. -le contestó ella, dudando de su desición- Y además, tienes novia.- le recordó ella.

-vamos! Tu sabes que quieres. O me vas a negar que me ves solo como un primo? Me vas a negar que no te mueres por besarme?- Rebecca palidecio pues se dio cuenta que su secreto no era tan secreto a los ojos de su primo, no sabia que decir.

-Rebecca! Ya nos vamos! -gritó su madre desde el umbral de la puerta. Rebecca rápidamente se levanto del sofa y se subió a la camioneta sin despedirse de nadie.

Todo el camino estuvo callada hasta que llego a su casa y se fue directo a su cuarto. Se acostó en su cama sin aún poder creer lo que su primo le había propuesto cuando sintió su celular vibrar. Era un mensaje de su primo.

genial- dijo con sarcasmo mientras abría el mensaje.

*¿llegaste bien a casa bebé?*

Bebé? Desde cuando su primo la llamaba así? Todo esto era muy confuso. Ella ya no sabia ni que pensar.

*Sí, todo bien. ¿Bebé? *

*¿Que tiene de malo? ¿Ya pensaste en mi propuesta?*

*No tiene nada de malo solo te recuerdo que somos primos. Y sobre tu propuesta... Vuelve a leer la primera oracion de este mensaje.*

*Ok, recuerda que somos primos la proxima vez que me veas y mirame los ojos en vez de a mis labios mientras hablamos. Buenas noches prima*

Eso fue un golpe bajo pero ella sabia que esto no se iba a quedar asi. Queria aceptar esa propuesta aunque sabia que eso estaba mal. Ella lo amaba y no queria decirle que no a su persona favorita en el mundo.

*Acepto tu propuesta, buenas noches primo.*

Y así sin más se quedó profundamente dormida mientras pensaba en lo feliz que sería sabiendo que por fin su primo la veria con algo mas que cómo una prima sin pensar en las consecuencias de sus actos.

~

Una semana. Una semana paso desde la ultima vez que lo vio. No habian hablado desde esos ultimos mensajes donde ella acepto ese trato. Era nuevamente sábado. Y era la fiesta de cumpleaños de su mejor amiga Anne a la cuál también estaba invitado su primo. Estaba pensando en no ir pero sabia que Anne no se lo perdonaria. Asi que se empezo a arreglar ya que era un poco tarde. Se puso un vestido el cual dejaba sus hombros descubiertos y unos tacones negros y salió rumbo a la fiesta. Llegó y vio a sus amigas, las saludo y se sentó con ellas. Y ahí estaba, con la vil esperanza de que su primo llegará. Solamente escuchaba a sus amigas hablar pero no estaba poniendo atención simplemente su mente estaba en blanco esperando a que el entrara por la puerta hasta que su amiga Lizzy grito su nombre.

-Rebecca!

-¿Que pasá?-contesto ella asustada por el repentino asalto

-Tu celular, esta sonando- ella volteó a la mesa donde lo habia dejado anteriormente y vio la pantalla  luminandose y el nombre "David" parpadeando en ella. Contesto

-Hola?

-hey, ¿donde estas?

-en la fiesta de Anne, ¿no vendras?

-De hecho estoy afuera, necesito que vengas, no nos dejan entrar.

-nos? Con quién estas?

-Es una sorpresa.- y asi sin más, colgó.

-Perfecto- pensó Rebecca. Bufó y se levanto de su asiento.

-¿A dónde vas?- le pregunto Lizzy tomandola del brazo.

- A buscar a Anne para que dejen pasar a David. Hay un problema y esta alla afuera.

-¿David? ¿En realidad vino? Te acompaño- claro, Lizzy siempre ha estado enamorada de David, simplemente que lo negaba porque era la unica que sabia que su amiga estaba enamorada de su primo y no la juzgaba, simplemente la escuchaba y le daba su apoyo.

Buscaron a Anne con la mirada y la encontraron facilmente y al llegar a ella era un poco complicado obtener su atencion hasta que literalmente la jalaron del vestido haciendo que ella volteara a verlas

-Hey ¿que pasa chicas, ¿hay un problema?

-De hecho si anny- dijo Lizzy

-No dejan pasar a David y queriamos ver si podias ir y ver que es lo que esta pasando- dijo Rebecca en un tono de súplica.

-Claro que si chicas, no hay problema- las tres caminarón hasta la puerta del gran salón y ahi afuera estaba David junto Axel, su mejor amigo de toda la vida. Rebecca no se sorprendia al verlo ahí ya que David la mayoria de las veces que salía lo hacía con Axel. Ciertamente Rebecca admiraba la gran amistad que tenian esos dos. Eran como hermanos.

-Hey que tal princesa- la saludo Axel. Siempre le decia asi, mas Rebecca no lo veia nada mal ya que Rebecca lo veia mas que como un primo mas y viceversa. Anne estaba discutiendo con el guardia porque no los habia dejado pasar solo por haber olvidado sus invitaciones. Lo saludo con un beso en la mejilla y un abrazo.

-Listo chicos, pueden pasar- dijo Anne interrumpiendo el abrazo de Rebecca y Axel. En todo este tiempo Rebecca ni habia volteado a ver a David pero no podía despues de los mensajes de la semana pasada y es que el hecho de que David supiera que Rebecca lo quería más que como un primo ponia a Rebecca muy nerviosa. Finalmente Axel avanzo siguiendo a Lizzy y Anne. Volteó a su derecha y ahí estaba David mirandola con una sonrisa. Esa sonrisa, cada vez que ella veía esa sonrisa tan hermosa sentía que se enamoraba más de el si acaso eso era posible.

-¿Y qué? ¿No me vas a saludar?-preguntó él con esa voz tan grave y a la vez tan hermosa.

-Creo que tu debes de saludarme ya que tú eres el que acaba de llegar- le dijo ella con un tono divertido. Él simplemente rodo los ojos y se acerco a ella y le dio un sonoro beso en la mejilla muy cerca de sus labios. Ella se sonrojo mientras él le extendia su mano. La tomo dudosa y caminaron dentro del salón. Se sentaron en la misma mesa de antes y mientras todas sus amigas bailaban ella se quedo conversando con David y Axel de cosas sin sentido. Axel le susurró algo al oído de David y ellos se pararon.

-¿a dónde vas? - preguntó ella tomandolo del brazo.

-Ahora vuelvo, no tardo.- y ella lo dejo ir, sabiendo que no tenía ni un derecho sobre el cómo para pedirle explicaciones.

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