PENCIL STEALER ── JI CHANGMIN

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Una semana, una semana desde ese incidente y el chico había tenido que pedirle prestado los lápices a sus profesores porque la chica impedía que él volviera a tomar alguno.

-Pero ¿Cómo escribiré?

-Señor Ji, debió pensar en eso antes de perder los lápices.

El pelirrojo asintió con tristeza al ser regañado por su profesor, no era completamente su culpa, es muy despistado y más con cosas tan chicas cómo lo es un lápiz.

-¿Alguien tiene un lápiz para su compañero? -Preguntó el profesor hacia los demás en el salón.

La mayoría solo tenía un lápiz, otros habían conseguido uno prestado por sus amigos, para mala suerte del chico sus amigos son grados mayores que él y los de su edad no se encontraban en ese salón, excepto Sunwoo, pero él estaba demasiado ocupado con su novia y no habían hablado tanto como lo hacían en secundaria, así que al entrar a clases él pasaba desapercibido, de no ser porque siempre debía pedir lápiz ahora que no podía quitárselos a la chica del asiento de enfrente. Nadie respondió y el profesor mandó a sentar al chico diciéndole que pidiera las notas de la clase de hoy y se encargara de buscar un lápiz para la siguiente clase.

Una castaña rebuscó en su estuche un lápiz negro, el mismo que le había quitado al pelirrojo hace una semana aproximadamente, se volteó hacia el asiento de atrás con la atenta mirada de su amigo Haknyeon y se encontró con el pelirrojo recostado en su mano viendo hacia la hoja blanca de su cuaderno con un puchero.

-Devuélvelo al terminar las clases.

Dijo dejando el pequeño objeto sobre el cuaderno del contrario, quién la vió sonriendo mostrando unos lindos hoyuelos adornando su rostro.

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-¡Niña bonita!

Llamó el pelirrojo a la castaña que iba saliendo del salón, no detuvo el paso ante el llamado así que probablemente no sepa que se refiere a ella.

-¡Chica de los lápices! -Llamó otra vez luego de que viera como la castaña salía completamente del aula y en esta oportunidad tardó sólo unos segundos en volver dentro al oír ese llamado.

El pelirrojo se acercó a ella sonriendo y le extendió el lápiz.

-Gracias por no dejarme sin lápiz de repuesto esta vez, "Lim Jumyeon"

El chico rascó su nuca con nerviosismo mientras soltaba una risita.

-Lo siento...

-No hay problema, ladrón de lápices, trata de traer un lápiz mañana, sinó te prestaré este y tendrás que devolverlo siempre a la salida.

El pelirrojo asintió y la castaña sonrió para luego bajar un poco la cabeza como despedida e irse hacia la salida donde sus hermanos mayores y seguramente sus mejores amigos debían estarla esperando.