- Recuerdo que nunca lo mencionamos, solo era como si ambas supiéramos que había algo más ahí, éramos niñas -susurro Jennie apretando las manos de Lisa entre las suyas- hoy que vuelvo a ti, he traído algo conmigo -
- Sigo sin entender de que hablas -Dijo Lisa tentada a abrir los ojos, luego recordó que era inútil y el impulso pasó- Estoy realmente confundida
- Encontré un doctor en Japón -dijo Jennie, Lisa sentía que había un tono risueño en su voz- él ha operado a muchas personas que nacieron ciegas, es capaz de devolverte la vista -
- ¿Te fuiste a Japón? -preguntó Lisa consternada ante la declaración- ¿Hace cuanto?
- Solo fui a investigar sobre la cirugía, he tratado de contactar contigo este tiempo, pero tu madre no me ha dejado y Jisoo me tiene miedo -respondió suspirando- una vez la vi, y ella corrió de mi como si fuera el diablo -
- Creo que tiene miedo desde que la viste feo -
- ¿Y tu como sabes eso? -
- Ella me lo dijo, ¿no es obvio? -preguntó Lisa- soy ciega ¿Cómo iba a verte? -
- Ahora que te veo, eres más alta que yo -Dijo Jennie tocando la cabeza de Lisa- estas más delgada que yo también, y tu cabello es largo -
- He crecido, Amarillo también creció -dijo recordando a su perro- es un buen chico -
- ¿Podrías abrir lo ojos? -preguntó Jennie, haciendo caso, Lisa los abrió- siguen igual de hermosos como los recuerdo -
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