— Mamá —llamó Lisa— voy a operarme para poder ver —dijo, el sonido del tenedor cayendo en la mesa llamó su atención, simplemente había dicho la noticia de la peor manera—
— ¿Con que dinero y permiso? —cuestiono, Lisa podía escuchar la molestia en la voz ajena— acababa de encontrar un hombre con dinero, estoy segura de que no le importara que seas ciega —
— Con mi dinero y el permiso que me concede la mayoría de edad que tengo —dijo apretando Lisa los puños— y no estoy dispuesta a escuchar un no de tu parte, no me casaré, ya deberías saberlo —
— Sigues siendo igual de mal agradecida —se quejo la mujer— me he hecho cargo de ti todo este tiempo —
— Lo único que has hecho es hacerme a un lado debido a mi discapacidad, buscas fortunas tratando de vender a tu hija con un compromiso —respondió— Jisoo me ha ayudado mas desde que la conozco que mi misma madre —
— ¡No digas estupideces! ¡Ni siquiera tienes con quien ir! —grito golpeando la mesa—
— Iré con Jennie y con amarillo —dijo con simpleza—
— Así que la lesbiana esa te convenció de semejante estupidez, no seas tonta, solo quiere revolcarse contigo —
— ¿Y si así fuera que? —preguntó Lisa — soy lo suficientemente mayor para saber que me gusta, Mamá, me gustan las mujeres —
El sonido de la puerta azotándose fue la única respuesta.
— Al parecer si iré a Japón, amarillo y tu vendrás conmigo —Murmuró acariciando la cabeza del perro—
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