Wei Ying intentaba leer el informe que Hua Cheng se encontraba leyendo con absoluta calma y concentración. Siempre había sido bastante curioso, y Hua Cheng ya se había acostumbrado a aquello, así que ignoró completamente la presencia de su novio, pero, para molestarlo movía bastante la hoja haciéndole complicado a Wei Ying poder leer aquello.
—Rey fantasma, ¿Por qué no me dejas echar un vistazo?
—De todos modos es algo sin importancia, ¿Para qué te molestas en leerlo? Siquiera te interesan este tipo de temas.
—¿De qué se trata? Quizá pueda ayudar en algo —se apuntó diciéndolo con gran orgullo de recordar su intelecto en sus días cuando estaba vivo, ya que en la actualidad no había algo en lo que tuviera que esforzarse, ya sea física o mentalmente, después de todo, Hua Cheng era rico.
Hua Cheng alzó una ceja burlonamente, incluso si no dudaba de la perspicacia de Wei Ying, le agradaba poder molestarlo.
—¿Y tú qué puedes hacer? De todos modos, te lo resumo siempre y cuando dejes de hostigarme —suspiró dejando todas las hojas frente al mueble donde se encontraba leyendo—, He Xuan se encuentra en el cielo investigando asuntos celestiales, le ayudé a entrar porque no está de más saber ese tipo de asuntos por seguridad.
Wei Ying suspiró, y miró a Hua Cheng con aburrimiento.
—¿Por qué no lo dejan por la paz? Tengo entendido que el reino celestial ni siquiera tiene planeado meterse contigo.
Hua Cheng dibujó en su rostro una mueca de ira que no pudo disimular, y Wei Ying comprendió que sus sospechas acerca de que algo ocultaba el rey fantasma eran verdaderas.
No sabía sobre qué se trataba exactamente, pero tenía la sospecha de que tenía algo que ver con el príncipe heredero que complació a los Dioses, sino, ¿Por qué tendría tantas estatuas, libros y pintura en relación al Dios marcial nacido en el reino de Xian Le?
—Vete —exigió conociéndose perfectamente bien, si Wei Ying se quedaba allí, arremetería contra él.
Wei Ying hizo una mueca aburrida y salió estirándose de la habitación. Suspiró caminando por la mansión, hasta que llegó a la habitación que Hua Cheng utilizaba para almacenar espadas y artilugios de batalla.
Contempló cada espada con una sonrisa nostálgica, negó con la cabeza y se retiró de ahí. En serio, ¿Por qué tener un novio rico, guapo e inteligente no era tan bueno como cualquier persona podría creer?
Por lo menos su sentimiento de vacío se calmaba con Hua Cheng ahí, pero solo por momentos. Así mismo, sabía que aquello era recíproco, por ejemplo, momentos atrás Hua Cheng dejó entrever sus sentimientos contenidos, probablemente con asuntos que le impedían dejar este mundo y reencarnar.
~
Wei Ying contempló su dibujo, sonriendo con dulzura. Tenía un millar de ellos, y no era exagerado decir aquella cantidad, debido a que sentía que si no dibujaba a sus seres queridos, los olvidaría.
—Shijie —susurró con nostalgia, acariciando cada trazo que había plasmado en el papel.
El dibujo que había hecho constaba del rostro impecable de su hermana mayor marcial, su cabello negro peinado con dos cebollitas y el resto de cabello dejándolo caer como una cascada de tinta negra. Sus facciones preciosas y delicadas habían sido perfectamente plasmadas por el fantasma, y su vestimenta morada se apegaba naturalmente a su esbelto cuerpo.
A pesar de tantas centurias que habían pasado, seguía sintiendo un terrible dolor en su corazón, nunca, ni siquiera en otra vida, podría olvidar que por su culpa su hermana había fallecido.
Llevó su retrato a una caja de madera donde guardaba los dibujos de su hermana, a quien solía dibujar más que cualquier otra persona o paisaje, admirando todos y cada uno de ellos, ciertamente se sentía orgulloso de no perder detalle de su amada hermana.
Hua Cheng había terminado sus deberes en la Ciudad fantasma, así que logró observar en cuanto Wei Ying guardó el dibujo de su hermana. Claro que, anteriormente ya había visto aquello, sin embargo por respeto mutuo no preguntó ni mencionó nada al respecto, ya que Wei Ying tampoco lo hacía.
Wei Ying por otro lado, suspiró y guardó el dibujo, para después abrir otra caja donde admiró los bellos paisajes que recordaba y le encantaba pintar también.
Hua Cheng se acercó en silencio, ladeando la cabeza y sorprendiéndose de que uno de los paisajes que Wei Ying había pintado todavía existiera, después de tantos años.
—¿Es ese lugar Gusu?
Wei Ying cerró su caja con rapidez y dio un pequeño respingo ante la repentina intromisión de su novio.
—Así es —respondió dejando la caja en el mueble frente a él—. Sus paisajes son preciosos, y aunque la comida de allí no me encanta, el vino de Gusu, La sonrisa del emperador, es el mejor vino que he probado en toda mi vida.
—¿Ah, si? Entonces deberé probar ese vino en alguna ocasión.
—Es incomparable, te lo dice un experto catador de vino —sonrió arrogante. Hua Cheng rodó los ojos ante aquel comentario, incluso si lo sabía, después de todo, su novio siempre estaba bebiendo.
—De todos modos es bastante lejos —aceptó yendo a la cama y sentándose para descansar del ajetreado día.
—¿Has estado allí alguna vez? —pidió saber Wei Ying.
—No, nunca.
—¿Cómo es que un fantasma calamidad no ha visitado Gusu? —cuestionó burlón—, todo este tiempo podrías ir y venir a donde quisieras.
—No me interesan esas cosas, siquiera hay algo que me interese realmente—levantó los hombros para restarle importancia al asunto.
Ciertamente, aquella había sido una respuesta triste, y Wei Ying la comprendía completamente.
Cuando no hay lugar ni persona que te espere, se genera un gran sentimiento de vacío que nada puede cambiar. La alegría es más efímera que el tiempo que dura un incienso, y las penas calan el alma por más tiempo de lo que uno desearía incluso si se hace lo imposible para cambiarlo.
—¿Qué tal si vamos entonces? Te sugiero que pruebes esa sonrisa del emperador, seguro que te cambia la vida —codeó a Hua Cheng con exageración, a pesar de que no estaba en sus planes asistir a un lugar de su pasado, pero Gusu era mucho mejor que Yumeng, después de todo, se sentiría culpable de pisar ese lugar después de todo el daño que causó cuando era joven.
Honestamente no sé por qué me dan tantos nervios actualizar este libro xD así que, una disculpa por la demora unu espero que les haya gustad este capítulo :3
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Existir por existir
FanfictionHonestamente, Hua Cheng no deseaba vivir, ni tampoco seguir muerto, estancado en un mundo que no podía abandonar de ninguna manera. Siquiera podía destruirse a sí mismo con sus cenizas porque ciertamente no tenía idea de dónde podrían estar. La úni...