Kara siempre se sintió fascinada por los humanos, por sus creencias, por sus costumbres, por sus logros y por su profunda fortaleza. Le parecía increíble que siendo tan débiles y primitivos comparados con el resto de especies en el universo conocido, pudieran no sólo seguir existiendo manteniendo su independencia de otros planetas, sino que también le abrieron las puertas a los no terrícolas de forma relativamente pacífica.
Por la historia de la humanidad y por su propia historia y la de su planeta, por los humanos que conocía y por la nueva familia que formo en la Tierra, Kara sentía no solo fascinación, sino también un profundo amor por su nuevo hogar y todos sus habitantes. Ese amor, por desgracia o fortuna, nunca la segó de lo malo, sabía que así como los humanos podían ser capases de crear y amar, también tenían una capacidad única de destruir y odiar, y cuando se ponía a pensar en eso no podía evitar pensar en lo que le pasó a Kryptón, y el miedo a que la Tierra terminara igual que su antiguo hogar la ahogaba y llenaba de terror.
Kara solía temer al odio del ser humano cuando iba dirigido a otros, pero rara vez pensó en el odio que una persona pudiera sentir hacia sí mismo, rara vez hasta que conoció a Lena Luthor. Hasta ese momento la rubia creía que ver a la humanidad acabarse unos a otros era lo más doloroso que vería en la Tierra, eso fue hasta que poco a poco se fue acercando a la ojiverde y la fue queriendo un poco más cada día, y junto con ese amor su angustia también crecía. Ese nudo en su estómago se hacía más grande cada vez que veía cada pequeño acto de autodesprecio de la Luthor más joven: Cuando la veía saltarse comidas deliberadamente, incluso pasando días enteros sin más en el estómago que café y cantidades ridículas de whisky o coñac o vino ... o los tres; y con eso he ahí otro acto de autodestrucción, su ingesta insana de alcohol, en ocaciones siendo esto lo primero que consumía y lo último que tomaba antes de dormir, si es que dormía. Los comentarios mordaces y crueles hacia sí misma, el abierto menosprecio a su vida y su salud poniendo en primer lugar el de los demás; su mezcla de fármacos con bebidas etílicas; su persistente creencia de no ser merecedora de afecto o amor ...
Ver todo eso le dolía, le dolía mucho, y también la enfadaba. Sentía enojo por todos los que dañaron a Lena y por los que seguían buscando dañarla, incluso, un par de veces, luego de que la científica hiciera un "chiste" especialmente cruel y degradante hacia sí misma, o pasara horas o días sin comer o dormir, Kara no podía evitar enojarse también con ella. Las raras veces que pasaba, Kara respiraba, se tragaba el nudo en su garganta y ayudaba a Lena, le ordenaba, le suplicaba comer o dormir, le decía lo valiosa que era y lo importante que era para ella y las cosas se tranquilizaban por un tiempo hasta que una nueva caída llegara y el nudo creciera.
Dolía, pero ella podría manejar esto, podría estar ahí en cada caída, quería estar ahí para levantarla siempre que fuera necesario, porque verla hacerse eso la lastimaba, pero la idea de no estar la mataba. Ella podría manejarlo ...
Pero no pudo. Como todos ella también tenía un punto de quiebre, uno al que llegó cuando una noche, luego de hacer un par de misiones como Supergirl, Kara comenzó a cerciorarse del estado de sus seres queridos, agudizando el oído y concentrándose, escucho las suaves respiraciones de Eliza al dormir, la risa de Alex mientras hablaba con Kelly, el ruido de Brainy mientras trabajaba, el tarareo de Nia y los lentos latidos de Lena en su oficina, latidos que, de hecho, también eran débiles. De repente, asustada y en alerta, Kara voló en un segundo hasta L-Corp y vió a Lena recostada en su escritorio, en apariencia, durmiendo.
-¿Lena? -sin respuesta -¿Lena?
Inmediatamente la rubia se acercó a ella y el olor a whisky inundó su sentido olfativo. -!Mierda¡ -con cuidado la tomó para cargarla y con aún más cuidado la llevó hasta la DEO, para entonces sus latidos era angustiantemente lentos y superficiales. Todo el camino Kara repitió una y otra vez"por favor, por favor, por favor", lo dirigía a Rao, lo dirigía a Lena.
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Lo Que Pudo (Podrá) Ser
FanfictionSerie de One Shots basados en Lena y Kara de Supergirl.