10. Sensaciones amargas

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¡Hola nuevamente! Espero que se encuentren muy bien (: 
No me demoré tanto como esperaba para esta actualización, así que, sabiendo que es domingo de Shingeki (jijiji) aprovecho de actualizar mi historia.

¡Disfruten!

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Al entrar en el departamento esa noche, Eren sintió una extraña mezcla de emociones entre la paz y la incertidumbre. Eran alrededor de las nueve de la noche, el cielo estaba totalmente oscurecido y cubierto en su totalidad por unas horribles nubes de lluvia, ni parecido al cielo despejado que había tenido Mitras los días posteriores a la nevada del martes. Pero ya era viernes, los seminarios de Levi se habían acabado el día anterior y esta mañana habían partido nuevamente, retornando a la sucia ciudad de Stohess.

Tras lo ocurrido la tarde del martes, el azabache y él habían estado manteniendo una relación mucho más natural; claro, en lo que se podía decir así, puesto que Levi tenía una personalidad tosca y su afilada lengua a veces lo sacaba un poco de lugar, pero no por ello dejaba de robarle una sonrisa por su sinceridad; además, pese a que por culpa del clima no pudo recorrer la ciudad en su totalidad, al menos, el día de ayer, tras la llegada del detective una vez que terminaron sus eventos, salieron nuevamente al parque a bañarse de una paz que nunca había experimentado en Stohess.

La laguna estaba siendo usada como pista de patinaje, donde niños y adultos gozaban de una entretenida actividad – de la cual Levi se negó rotundamente a participar pese a todos sus ruegos y suplicas, incluso un poco de fuerza, porque, por más que lo jaló hacia la laguna, el azabache mostró toda su superioridad en cuanto a fuerza y no fue capaz de moverlo ni un centímetro –, por lo demás, se sentaron con un café a soportar el frío de la tarde que les cayó encima más luego de lo que esperaron, mientras se burlaban de las caídas en la pista de hielo y disfrutaban de la tranquilidad en silencios agradables entre ellos.

Sin embargo, cuando la salida de la carretera, que indicaba la entrada a la ciudad de Stohess, apareció en su camino y tuvieron que volver a las calles ajetreadas y húmedas de su ciudad natal, el silencio entre ellos se volvió más tenso; aunque, honestamente, Eren no sentía que su ansiedad se debía a Levi, sino que volver significaba enfrentar de nuevo todo lo que había intentado dejar atrás por unos días al decidir marcharse junto al mayor.

Ahora, tras haber ordenado las cosas que había llevado a Mitras y cambiarse de ropa para estar más cómodo, Eren se recostó sobre el sofá, agotado un poco del largo viaje de regreso y añorando la compañía de Levi, a la cual se había acostumbrado en esos pocos días que compartieron fuera de la ciudad; hasta que el sonido del timbre del departamento anunciando un visitante llama rápidamente su atención.

Por un momento, pensó que podía ser el detective y entre la emoción y los nervios, se apresuró hasta la puerta; no obstante, el cabello rubio y los ojos claros de su mejor amigo aparecieron frente a él, sonriéndole con cariño.

– Pensé que volverías más temprano hoy, Eren. Vine durante la tarde y el conserje me avisó que aún no llegabas. – mencionó el rubio enarcando una ceja, haciendo que su amigo lanzara una carcajada y se hiciera a un lado para dejarlo pasar.

– Nada nos apuraba, así que nos tomamos nuestro tiempo para regresar. – dijo el moreno dirigiéndose a la cocina para poner a hervir agua. – ¿Cómo estás, Armin? ¿Qué tal estuvo la universidad estos días? –

– Tienes un par de trabajos que entregar para la próxima semana. Te traje el material para que lo hagas durante el fin de semana y, si necesitas ayuda, no tengo problemas en venir. – anunció el rubio, sacando algunos papeles del bolso que traía colgado al hombro y dejándolos sobre la isleta.

Criminal - [Ereri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora