Ch2 "Trabajos, sueños y deseos"

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La biblioteca estaba casi vacía, ya era tarde, pero no tan tarde como para no poder estar ahí, la señora Pince, la bibliotecaria no se encontraba en su lugar de trabajo, estaba en la enfermería, ya que tenía un poco de catarro y la enferma Pomfrey no la dejaba salir de la enfermería, de su sustituto estaba el profesor Vector, pero seguramente estaría corrigiendo ensayos o preparando algún examen sorpresa para quien no estuviera preparado, era buena gente en el fondo. En una de las zonas en las que aún daba levemente el sol, estaba ella, con un pesado libro de pociones copiando en el papel, cuidadosamente anotaba con letra ilustre las medidas exactas y cantidades precisas para cada ingredientes. Su pelo reflejaba el sol, el cual se extinguía poco a poco, el solsticio de Verano ya había muerto pero aún dejaba su calor en ciertos lugares que pocos conocían...

El trabajo casi estaba acabado, solo hacer un dibujo de la poción en diferentes perspectivas, eso era más sencillo, y poner un corto comentario debajo del ensayo. El dibujo siempre se le había dado bien, unos pocos trazos con la pluma levemente sobre el papel y se podía conseguir un bello dibujo, como un pintor con un pincel crea su sueño... su fantasía... a ella le gustaba soñar. No hacía falta de saber o no saber, era desear poder hacerlo, su mano iba sola haciendo líneas, creando un frasco, con leves sombras a su lado suaves trazadas sobre el papel... Al poco rato de empezar, el dibujo parecía verdad, como una poción que podías agarrar, en tres momentos diferentes, con su mayor esfuerzo y experiencia. Solo quedaba poner un comentario un leve comentario sobre lo que le parecía la poción y lo que le gustaría... el profesor Snape siempre decía que eso era opcional, ella daba clase de pociones con Hufflepuff, seguramente si algún Gryffindor le dijeran como era el profesor con los distintos cursos alucinarían... no tan severo... más suave en cierto sentido, pero para todos era igual. Cogió de nuevo la pluma del tintero y empezó a escribir.

"La poción multijugos me parece algo extraña, pero a su vez fantástica, cambiar de cuerpo sería divertido, aunque peligroso a su vez. Una experiencia que seguramente no olvidaríamos, pocas personas han probado la poción, la mayoría Aurores cuando tienen que infiltrarse en algún sitio, la verdad es que es un misterio... Algún día, me gustaría poder ver sus efectos personalmente, me encantaría poder soñar con verlo, sería feliz si se cumpliera este capricho"

Ya estaba acabado el trabajo, sonrió para sí, mañana terminaría el trabajo de los Thillín, seguramente en el Monstruoso libros de los Monstruos saldría, a lo mejor esa noche lo podría hacer si no tenía sueño, o salía al bosque... sería difícil, hoy la Luna sería llena y los Merflín saldrían del bosque a observarla, según el Quisquilloso eran unas de las criaturas más hermosas del mundo, le encantaría poder verlas. Recogió sus cosas y fue a colocar el libro de pociones en la estantería... pero un ruido le llamó la atención... cogió sus libros y se dirigió allí, no tenía miedo, más bien curiosidad por saber que había ahí... era como un suave ronquido pero infantil, ¿se habría dormido alguien en la biblioteca?. Le divirtió esa idea, la última estantería del fondo era de donde venía el ruido, un lugar ya oscuro, sino fuera por la luz de una vela de la mesa. Enfrente suya había un muchacho, con la cara oculta en un libro y meneándose levemente. El cabello negro azabache se distinguía perfectamente, y su casa no identificada. Se puso a su lado y le tocó muy flojito el hombro, moviéndolo cuidadosamente esperando que así se despertara.

- Despierta... vamos es tarde - murmuró - no se quien eres, pero te encerrarán aquí, despierta... - musitó al oído.

Hizo un ruido, una especie de mohín infantil, como si fuera un niño el cual no quisiera que despertaran aún. Ella siguió insistiendo hasta el joven mostró su rostro inconscientemente tapado por un par de mechones negros. Un rostro plácido... lleno de paz... cosa no muy frecuente que se vieran en él, como si no tuviera pesadillas, como si en realidad soñase... Sus ojos cerrados medio tapados por su pelo y una de sus manos cerca del rostro. Segunda vez que se lo encontraba en el día, ¿casualidad?. Pudiera ser, aunque no tanto lo notaba.

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