Olvídame, si puedes...

2.Santo chocolate...

-Pensé que lo habías superado- me dijo Elyse a la hora del almuerzo.

-¡Claro que lo hice!, hace mucho que lo hice- exclamé poco convencida de eso pues ¿cómo poder olvidar a semejante idiota? La vida me estaba haciendo una broma. De todos en la ciudad tenía que ser él.

-¿Ah si? Por lo que veo no me has olvidado- dijo el mismísimo Harry quién estaba en las gradas frente mío y de Elyse. Y no me hacía falta ver su cara como para saber que estaba sonriendo.

-Disculpa pero... ¿Quién te invitó a la conversacion?

-Yo- dijo Matt a su lado.

-Tu...

-Yo...

-¡Tu!

-Yo... me voy.- dijo dándose la vuelta.

-¡Ni se te ocurra Duncan! Luego me arreglo contigo.

Harry nos miro divertidos.

-¿Qué?- le pregunté.

-Tessa Jones, la niñita tímida, cuatro ojos...haciéndose la ruda.

-¿Y tu que Harry?¿Se aburrieron de ti en la otra escuela?

Al escuchar esto Harry apreto su mandíbula y Matt pareció incomodo.

Pero esto no pareció durar mucho pues una sonrisita burlona se poso en sus labios un momento después.

-Has cambiado, Jones. Aunque sigues siendo insoportable.

-¿Yo soy insoportable? Mira Harry, no me interesa lo que pienses saber de mí, así que dejame en paz.

Idiota.

-Y hasta te sabes defender. Pero Tessa, seamos sinceros, nunca podrás dejar de ser...

-¿Y yo no te supero? Tu eres el que se acuerda perfectamente de mi.-lo interrumpí.

-Ni lo sueñes, eres tan fácil de olvidar...

-Nunca podrías olvidarme, ¿o si Harry?

-Claro que puedo cariño, y de hecho, lo hice.- dijo con superioridad mientras Elyse y Matt nos miraban incomodos.

-No soy sencilla de olvidar.

Harry empezó a reír.

-Lo eres.

-Entonces, si soy tan sencilla de olvidar Harry, olvídame, si puedes...

-Oh Tessa claro que eres fácil de olvidar, pero no gastaría tiempo intentándolo, ademas, tu también me recordaste en el salón de clases.

-Es difícil olvidar a semejante idiota- dije y me arrepentí. Harry estaba logrando meterse debajo de mi piel como cuando éramos niños y no me gustaba para nada.

-Bien, es difícil olvidar a semejante cuatro ojos.

-Bien, ya entendimos, se conocen, y se recuerdan perfectamente.- dijo Elyse acabando con el pleito.

Harry se acercó a mi ligeramente. Su aroma era agradable: loción con un toque de menta.

Estiro su mano ligeramente en señal de querer estrecharla. Agarre su mano sin pensarlo mucho. Era suave y tibia; al agarrarla una pequeña descarga recorrió mi cuerpo, fue algo tan rápido que pensé que quizás lo había imaginado.

-Bueno, un gusto volver a verte Tessa.

-Lo mismo digo Harry.- le dije mintiendo.- Considera esto como tu bienvenida.

Él siguió sonriendo.

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El resto del día pude quitarme de encima a Harry ya que teníamos unas cuantas clases diferentes. Pero historia no era una de ellas.