Caminé con una sonrisa al salón de clases donde había un bullicio de gente observando algo.
¿Pero a quién le importaban esas cosas? A mi puede que antes, pero ahora lo único en mi cabeza era encontrar a Nate.
No lo había visto desde el viernes y sinceramente me hacía mucha falta.
Empecé a caminar entre las personas buscando a Nate, ¿dónde se había metido?
Al pasar al lado de las personas ellas reían y susurraban. Pero era algo a lo que me había acostumbrado, y aun mas en estos días en los que mi relación con Nate se había hecho oficial.
Al llegar al frente me quede sin aliento.
Nate se estaba besando con una chica de primer grado, mientras que a su lado Harry y Julie me miraban riendo a carcajadas.
Una vez que Nate se percató de estas, separó sus labios de la chica de primero y me miró fijamente con una expresión burlona.
-¿Nate?- pregunte con un hilo de voz.- ¿Qué sucede?
El se acerco a mi con Julie y Harry a ambos lados.
-Pensé que eras más lista...- comenzó Harry pero Nate lo detuvo, y por un segundo tuve esperanzas de que todo esto solo fuera un malentendido.
-Fue un juego Tessa, algo sin significado...¿enserio creíste que yo te amaba?- dijo y todos a nuestro alrededor rieron.
Lloré porque enserio lo creí. Pensé que por fin alguien me entendía y me quería, pero que equivocada estuve...
Desperté con lagrimas en mis mejillas y con el corazón acelerado.
Desde que nos habíamos encontrado con los gemelos Frimand dos días atrás, había empezado a tener estas pesadillas, o más bien recuerdos...
-¿Tessa?- preguntó la familiar voz de Harry quien estaba en la puerta de mi habitación.- ¿Pesadillas?
-Algo así.- murmuré fría.
Y también dos días atrás había dejado de hablar con Harry. Hablaba solo lo necesario y no más ya que todo el asunto de Julie y Nate me traían horribles recuerdos.
Harry me miro apenado.
Era como la una de la mañana y debo admitir que hacía frío. Seguro que lo había despertado, claro que eso no era muy complicado ya que su habitación estaba frente a la mía.
-Lo siento.- dijo desde la oscuridad en la puerta.- Enserio lo siento.
Suspiré.
-Cambiaste Harry.- dije no muy segura de lo que estaba a punto de decir.- Llegaste y yo no entendía porque la vida te había puesto de nuevo en mi camino, y te odiaba, te guardaba rencor por todo lo que me habías hecho, y hasta hace unas semanas pensaba que te odiaba pero...creo que es difícil distinguir el odio del amor.
Harry se quedo petrificado. Ni yo podía creer que lo había dicho.
Poco a poco comenzó a caminar hacia mi, para luego meterse a mi lado en la cama.
Ambos nos cubrimos con el edredón y nos acercamos lentamente hasta qué nuestras narices sé tocaron. Respirábamos con dificultad llenos de nervios por lo que pudiera llegar a pasar.
Cerré los ojos y de un momento a otro nuestros labios se tocaron en un beso dulce.
Me acerqué mas abrazándome a Harry quién al instante separó sus labios de los míos.
Nos miramos durante un buen rato hasta que, y sin darme cuenta, me quede dormida.
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Desperté por el sol que se filtraba entre las cortinas de mi habitación y automáticamente volteé a ver a mi lado para encontrar el espacio de la cama vacio.
Harry se había ido.
Suspiré levantándome de la cama. Estaba muerta de hambre por lo que me dirigí a la cocina donde Elyse, Holly y Matt hablaban animadamente mientras Harry preparaba el desayuno.
-Se ve que descansaste.- comento Matt echándole una mirada rápida a Harry.
No se porque me sorprendía que Matt supiera que Harry había venido a mi habitación en la noche, son mejores amigos, aunque me preguntaba porque se había ido, y porque había acabado con nuestro beso anoche, ¿sería sonámbulo?...o quizás solo estaba paranoica.
-¿Qué preparas?- le pregunte a Harry acercándome a el.
-Mmm...solo panqueques.- contestó frío.
-Bien,- dijo Holly viendo que el ambiente se ponía tenso.- Nate y Julie vendrán a almorzar...
-¿Qué?- interrumpí sorprendida.- ¿Los invitaste?
-No,- dijo apresuradamente.- ellos se invitaron solos.
-Pero...
-Tessa,- dijo Matt interrumpiéndome.- los conoces.
Asentí resignada.
Sinceramente Holly no se hubiera podido negar a que vinieran, son muy insistentes.
Miré a Harry quien también me estaba mirando pensativo, y al momento en que nuestros ojos se encontraron, el apartó la mirada bruscamente.
Definitivamente no eran ideas mías, Harry Miller me estaba evitando.
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-¡Tessa!- gritó Julie como si fuéramos grandes amigas.- ¡Que hermosa blusa!
Le sonreí falsamente.
Julie era irritante. Llevaba toda la tarde haciéndome preguntas como si enserio le importará, cuando la realidad era que solo quería entender como es que Harry y yo nos habíamos vuelto tan cercanos.
Y Nate... Nate no paraba de mirarme como un maldito pervertido mientras que Harry seguía ignorándome.
¿Qué diablos le sucedía? Era obvio que me gustaba, y pensaba que yo a el también pero...ahora no estoy tan segura.
-Tengo una idea.- dijo Julie con una sonrisita en sus labios.
Genial.
Y cinco minutos más tarde estábamos jugando baloncesto en la cancha que tenía el padre de Holly.
Como dije, esta era una mansión.
Comenzamos el juego divididos en dos equipos: Harry, Julie y Nate contra Matt, Elyse y yo, mientras que Holly era el arbitro.
Por el momento nuestro equipo iba ganando cosa que no ponía muy feliz a Julie quien jugaba con ferocidad.
-Bien Jones,- dijo Julie en un murmuro al pasar frente a mi.- prepárate para esto.
La miré confundida al tiempo en que ella corría rápidamente con el balón en mano, y en menos de diez segundos, ella estaba al otro lado de la cancha lanzando el balón en mi dirección.
Después hubo un golpe, y lo ultimo que escuché antes de que la oscuridad llegará a mi fue una voz gritando mi nombre. La voz de Harry.
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¡Lo siento! Si, tarde mucho pero es que esta es mi semana de finales y tenía muchos proyectos, además de que tenía que estudiar.
Acabo (literalmente) de acabar mi examen final de matemáticas (por cierto, creo que reprobé), un perro se comió mi libreta de física (no bromeo) y tengo que hacer un trillón de guías... Lo se, esto apesta.
En fin, y dejando mis extraños problemas de lado...
¿Qué les pareció el capítulo?, ¿porqué creen que Harry se portó así?
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Olvídame, si puedes...
Novela JuvenilYo Tessa Jones de 17 años vivo una vida tranquila: ir al instituto, salir con mis amigos, ir a fiestas... Y cero chicos. Y luego llega mi pesadilla: Harry Miller. Él arruino mi vida durante la secundaria, y ahora llega a arruinarla para la preparato...