Capítulo II

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2 - Amigos

Faltaba poco para la carrera entre Miya y Langa. Me habían explicado todo lo que necesitaba saber y nos encontrábamos patinando en el lugar donde se haría, en Crazy Rock.

—¿En que piensas? —le pregunté a Miya al pasar por su lado y quedarme a su altura, deslizándonos por el camino.

Llevaba una sudadera verde con orejas muy mona, se veía tierno. Frente a nosotros estaban Reki y Langa charlando.

No me contestó. Agarró impulso y se alejó rapidamente pasando entre los dos chicos.

—¡Eso ha sido peligroso! —se quejó el pelirojo.

—Ya sabes lo que dices de las pilas de basura... Siempre están amontonadas —me llevé una mano a la frente por el comentario del pelinegro. Reki se molestó —Haz tu mejor esfuerzo con tu compañero de práctica... Slime-san —terminó con una sonrisa volviendo a ponerse la capucha y marchándose.

Podía ser un problemático y decía cosas para provocar a los demás, pero se veía muy bien haciéndolo. Además, en clase nunca se mostraba así y ese lado suyo que veía en las competencias me divertía.

—Deberías calmarte —le dije cuando lo alcancé. Los otros dos se quedaron atrás tras caerse por hacerle frente a Miya.

—No me digas que hacer sl... —me puse dalante suyo y frené repentinamente para detenerlo.

—No se que pasado tendrás y el porque eres así, pero no te atrevas a rebajarte a ese nivel conmigo —bufó desganado y se cruzó de brazos.

—¿Quieres que seamos amigos? —debo admitir que eso me pilló por sorpresa. Sonó a autodefensa, algo que no quería decir pero que le servia para evitar el tema que yo había empezado —Si me ganas a...

—No —me negué imitando su postura y cruzando mis brazos —Llevo años, prácticamente des de que nos conocemos que intento acercarme a ti y siempre me has evitado —agaché la mirada, apretando mis ojos y recordando cada vez que había sido ignorada por él.

—Yo...

—Si vamos a ser amigos no quiero que se determine por quien gana. Quiero que me demuestres que después de años ignorando mi presencia ahora te importa.

—Te puedo ayudar con el diamond flip —elevé la mirada hacia él —Me fijé que... Tus redes sociales... El video... Eh.... —todo nervioso y en un murmullo de palabras se alejó pasando por mi lado a gran velocidad.

De acuerdo, Miya acababa de admitir que veía los videos que subía a mis redes y se había fijado en que aquel truco no me salía. Eso era un buen comienzo.

Sonreí mientras lo veía alejarse.


—Wow —me sorprendí al ver el invento que había hecho Reki a la tabla de skate:

—¿Podrás ganarle a Chinen? —le preguntó el pelirojo a Langa.

—Imposible —opinó Shokichi, el gerente.

—Te enfrentas a la esperanza de un equipo nacional japonés, y aunque no me gusta admitirlo es muy bueno —dije apoyando la idea de Shokichi.

—¡Vamos a ganar! —Reki seguía entusiasmado.


—Hoy tienes entrevista y exhibición —me dijo mi madre al llegar a casa —Ve a prepararte.

—Claro mamá.

Tenía claro que el skate me gustaba, lo disfrutaba y lo usaba como vía de escape cuando lo necesitaba, pero aquella parte de ser reconocida y tener que lidiar con entrevistas y sesiones fotográficas no me gustaba para nada.

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