Capítulo IV

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Capítulo cortito para sanar el corazón 🫶🏻

4 - Playa

Según Miya, las aguas termales eran excelentes para las lesiones. Sobretodo recomendó una fuente termal situada en Miyakojima.

Decidimos que sería una buena idea ir juntos para poder relajarnos y que Reki se recuperara.

Costó horrores convencer a mi madre de poder ir, pero de alguna manera coincidió con un viaje rápido de trabajo y aquel lugar estaba cerca de donde íbamos. Así que aceptó sabiendo que estaba cerca de mi si le apetecía devolverme a casa sin mi consentimiento.

Por lo menos lo logré y ahora me encontraba en el ferry que nos llevaba a la isla de Miyakojima.

El viento daba de cara y mi cabello volaba, el olor a mar me encantaba y estaba todo muy calmado a diferencia de todos aquellos días.

—¿Te gusta el mar? —preguntó Miya a mi lado, reposando sus brazos en la barandilla.

—He ido dos veces contadas, pero estoy emocionada por llegar —admití extendiendo una mano para que la brisa golpeara mi brazo. Sonreí —Podría quedarme aquí para siempre.

—A mi me gustaría ver nieve más seguido —dijo él, mirándome.

—Cuando llevas toda la vida viviendo en un lugar donde hay nieve casi todo el año ya no se hace emocionante. Al contrario que Langa, yo no hago snowboard y nunca he encontrado divertido el deporte de nieve... Siempre el skate, mi vía de escape —expliqué bajo su atenta mirada.

—¡Que casualidad verlos aquí! —la voz de Kojiro nos sorprendió a todos.

Kaoru también estaba allí, aunque él explicó que era por negocios.

—¿Que hacen ustedes aquí? —preguntó el pelirosa,

—Vacaciones —admitió Kojiro.

—Curación en aguas termales —explicó Langa.

—Acompañante —dijo Miya.

—Acompañante del acompañante —dije yo.

—Niñera —admitió Hiromi desganado.

—Pues parece que estamos todos —afirmó Reki.

Así completamos todo el grupo, ni yendo a la playa nos librábamos.

—Primero deberíamos ir a dejar las cosas a la... —a Hiromi no le dio tiempo de terminar la frase cuando Reki se deslizó con su skate y Miya lo siguió.

Yo no tardé en incorporarme a los chicos, patinando por todo el paseo marítimo. Aquello era genial.

—¡Reki, mira! —todos nos giramos hacia el lugar donde apuntaba Langa. La playa brillaba ante nuestros ojos.

—¿Es poco común? —preguntó Kojiro extrañado.

—Vivió en las montañas hasta hace poco —explicó com obviedad el pelirojo.

Langa me miró com emoción y ambos nos deslizamos más deprisa hasta aquella agua cristalina.

Era hermoso, no recordaba el mar tan cristalino y brillante.

Pasamos el día bañándonos en el mar y jugando en el agua.

—¡Miya para! —le dije a la quinta vez que me salpicó y me lancé sobre él para detenerlo.

—¡No, no, no! —gritó asustado intentando correr en el agua, lo que no sabía es que era muy buena nadadora y por debajo del agua tiré de su pie para hundirlo.

Next To You - Miya ChinenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora