VIDEOCALL ~ Bangchan

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De ser otro cumpleaños, habría preferido dormir todo el día. Pero este año era diferente, todo gracias a alguien que no sabía de mi existencia pero que pronto lo haría.

Sonreí entonces, tendí mi cama, tomé una ducha, recordando las palabras de Alice, y me vestí. Estando lista luego de unos minutos, bajé. Me esperaba un día estupendo, debía comenzarlo de la mejor manera.

Al ver a mi padre sentado en el comedor, leyendo el periódico, saludé bajo. Aquel me miró por encima de sus lentes, subiendo a penas los ojos, luego observó el reloj colgado en la pared y retornó a su lectura, sin devolverme el saludo. Sí, era tarde y había olvidado que él está muy en contra de que no madrugue un fin de semana, de que sea como soy un día más. Pero ¿estaría mal perdonarme eso al menos el día de mi cumpleaños? De seguro que no le costaba nada, era sábado, después de todo.

Tenía claro cómo era mi papá y por la misma razón me parecía sorprendente que haya planeado celebrar una fiesta sorpresa para mí, cuando nunca antes le había importado gastar en esas cosas. A lo mejor estaba actuando como siempre para no levantar sospechas.

—Buenos días, mamá.

Aquella acababa de terminar con la comida, me devolvió el saludo y pidió mi ayuda en la mesa. Así, empezó el día, uno silencioso, como es de costumbre.

Nada me faltaba en la mesa y todo se veía exquisito, entonces ¿por qué sentía que comía piedras? No había un sabor agradable, tampoco miradas cálidas. El pensamiento de que Henry me haya mentido con lo de la fiesta sorpresa cruzó por mi cabeza y un hilo de desepción se hizo presente. No, no podría, no tenía por qué ilusionarme con algo así.
Pero, mientras  más pensaba en ello,  menos sentido tenía , ¿por qué mis padres celebraríqn el cumpleaños número dieciocho de su hija qué desperdicia su tiempo y dinero haciendo cosas que les disgustan?
. Aún así, quería que mi suposición fuera incorrecta. Y lo era, hasta que se dijera lo contrario. Sí, así es.
Traté de iniciar conversación sobre alguien del que seguramente les gustaría más hablar.

— ¿Henry vendrá hoy?

Pregunté y segundos después mi madre negó.

—Debe estar ocupado con sus parciales. — continué — ¿No creen que se exige demasiado? Últimamente no tiene tiempo para nada...

— Estudiar no es fácil para alguien que no va a simplemente calentar la silla. — habló con un tono serio padre, mirándome con sus ojos helados por encima de sus anteojos.

¿Era eso...

— Tu hermano lo sabe más que nadie, es por eso que se "exige demasiado". Y tú... Tú deberías hacer lo mismo, pronto darás tu examen de acceso a la universidad.

Su comentario fue seguido de un silencio incómodo que solo mamá trató de terminar al ofrecerme un poco más de guiso.
Sabía que Henry estaba en noveno ciclo de medicina para ése entonces y que no tenía tiempo para muchas cosas, ya que incluso para evitar tener que perder tiempo viajando todos los días de casa a la universidad, se consiguió un cuarto y se mudó hace un año. Era un chico dedicado sin tiempo que gastar en vano.

—De todos modos, escuché que te tiene una sorpresa, te la dará en cuanto pueda venir.

Levanté la mirada expectante hacia mi madre, quién asintió.

De repente sonó el timbre y una figura conocida apareció detrás de la puerta.

— ¡Hola familia! Espero que no hayan desayunado sin mí.

Henry entró con un paquete de su tamaño en manos, sorprendiendonos a todos.

—¿Es...un cadáver?—susurré, asustada y decepcionada.