9.

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Desde el día que operé a Christopher, mi cabeza no ha dejado de dar vueltas. Es como si algo en mí hubiera despertado. A veces cierro los ojos y veo escenas borrosas de momentos que no consigo ubicar. Una playa, una risa lejana, alguna música. Todo parece tan real, pero al mismo tiempo... no encaja con lo que recuerdo de mi vida.

Mis padres no ayudan. Cada vez que intento hablar con ellos sobre estas imágenes, esquivan las preguntas con sonrisas tensas y frases que suenan vacías.

— Eras muy joven, cariño. Seguramente te estás confundiendo.

Me dicen, pero no estoy confundida. Ellos me están ocultando algo. Y la sensación de que mi vida ha sido cuidadosamente manipulada empieza a pesar cada vez más.

Nathan, por su parte, empieza a notar mi distancia. Su abrazo ya no me da la seguridad de antes. Me pregunta si todo está bien, pero ¿qué puedo decirle? Ni yo misma sé qué me está pasando.

Una noche, sin pensarlo demasiado, decido buscar a Christopher. Escribo su nombre en el buscador.
"Christopher Bang"

Mi estómago da un vuelco al ver su foto. Es cantante de uno de los grupos de k-pop más famosos, Stray kids. No me sorprende que Minji, mi asistente, esté tan obsesionada con él.

Unos días después, Christopher llega a la clínica para su chequeo. Hoy parece más cansado que de costumbre, como si no hubiera dormido bien. Su mirada tiene una mezcla de expectación y algo más que no puedo identificar. Intento mantener una fachada profesional.

— ¿Qué tal, Christopher? —pregunto, tratando de sonar casual.

— Lo mismo de siempre —responde con una ligera sonrisa, aunque puedo ver la sombra de cansancio bajo sus ojos. — Listo para que me revise.

Mientras lo atiendo, no puedo evitar notar cómo se tensa un poco cada vez que hago una pregunta. Me pregunto si está lidiando con algo más que solo la sinusitis. Hay un peso en el aire que no puedo ignorar.

— Todo parece ir bien, pero ¿ha estado durmiendo? —pregunto, buscando alguna respuesta que me ayude a comprender lo que realmente está pasando.

— Más o menos. A veces las noches son complicadas —admite, mordiéndose el labio.

Le lanzo una mirada comprensiva. Hay algo en su tono que me hace pensar que la sinusitis no es su única preocupación.

— Si necesita hablar de algo, aquí estoy. A veces compartir lo que sientes puede ayudar.

Él me observa durante un momento que se siente más largo de lo habitual. Es como si estuviera sopesando mis palabras, considerando abrirse a mí. Pero finalmente, decide cambiar de tema.

— ¿Todavía sigue comprando dulces de fresa? —pregunta.— Hoy me gustaría probar uno.

No puedo evitar sonreír,  pero no me gusta que me haya cambiado el tema así.

— Claro, tengo un par de cajas—respondo—. Pero tendrá que ganarlos.

Él sonríe, y por un breve instante, parece más ligero.

— ¿Puedo simplemente pagarlos?

—  No, no es una opción. — sonrío y él hace un pequeño quejido.

—Entonces, ¿Qué tengo que hacer?

— Bueno, puede responderme una pregunta por cada dulce.

Mi propuesta lo deja pensando varios segundos, haciéndome creer que no tenemos el nivel de confianza suficiente para algo así. Estoy a punto de decir que era una broma cuando inesperadamente mueve la cabeza a modo de aceptación.

VIDEOCALL ~ Bangchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora