6.

7.7K 462 238
                                    

Un destello...

Un ruido sordo...

Una habitación blanca...

Me siento liviana, pero me duele la cabeza.

¿Por qué?

Mis brazos están vendados, al igual que mis piernas, las puedo sentir, pero no mover.

¿Por qué?

Intento girar mi cabeza, pero tampoco puedo.

¿Qué me pasó?

Lo siguiente que veo es a una señora entrar, verme y dejar caer una fuente con comida para salir y gritar por una enfermera.

Enfermera... ¿Estoy en un hospital?

Obsevo que aquella me analiza, acomoda mis brazos, revisa mis ojos y habla algo con aquella señora que luce preocupada. No puedo escuchar bien, mi oído hace un ruido extraño, me aturde. Es como si estuviera dentro del agua.
Antes de que pueda decir algo, mis ojos se sienten tan pesados que se cierran en contra de mi voluntad.

No sé cuánto tiempo pasó, pero cuando logro abrirlos de nuevo, afuera está lloviendo y ya no es una señora quien está al frente, sino un señor de lentes, durmiendo sentado en una silla, con los brazos cruzados. Es de día, pero también tengo mucho sueño. A penas pude mover mi dedo de la mano. ¿Por qué me cuesta tanto? 
Cuando parpadeo, ya no es un señor el que me acompaña, sino un chico de cabello ondulado. Aquel parece concentrado con algo entre sus manos por lo que no me ve.

Para la tercera vez que vuelvo a abrir los ojos, ya me siento mejor. Y encuentro a dos chicos besándose al frente.

— Alice, todo va a estar bien.— le dice él mientras limpia sus lágrimas.

— Eso espero. Si no despierta, no sé qué haré. — responde ella, con lágrimas en los ojos.

Después de darse otro beso, espero a que alguno note que estoy despierta y salga corriendo a llamar a alguna enfermera, pero eso no sucede hasta después de un buen rato en el que los escucho hablar que les prohibieron entrar a esta habitación.

— ¡Zoe!—dice la chica mientras se me acerca, llorando. —  ¡Danny, ve a llamar a la enfermera o al doctor.! — Ordena al chico y este sale rápidamente, obediente.—  Zoe, ¿me escuchas?  Gracias a Dios, no sabes lo preocupada que me tenías, que nos tenías. ¿A caso eres estúpida? ¿Por qué te quedarías parada debajo de un foco a punto de caerse? Maldita sea. Bueno, eso ya no importa, lo que sí importa es que has despertado.

¿Está hablando de mí? ¿Me llamo Zoe? ¿Por qué no lo recuerdo? Yo... ¿Quién... Soy?

— Zoe, ¿puedes decir algo? ¿Puedes hablar?

Intento hablar. Mi voz suena áspera.

—  ¿Zo... e? — Articulo con dificultad.

Ella toma mis manos y asiente.

— Sí, Zoe, ése es tu nombre. ¿No... Lo recuerdas? — Sus ojos se cristalizan y la preocupación invade su pálido rostro.

Yo niego. No... Recuerdo. ¿Por qué? Mi mente sigue en blanco y mis oídos aún zumban.

— Carajo... — Dice y empieza a llorar.

¿Por qué? ¿Quién soy yo para ti? Quiero preguntar muchas cosas, pero las palabras no salen de mi boca. Y solo siento un inmenso vacío en mi corazón.

Aquel chico volvió con una enfermera y esta repitió lo que hizo la vez anterior. El proceso fue lento, como un ritual, pero ahora no me quedé dormida inmediatamente después. Al poco rato llegaron el señor y señora que ví acompañarme y otro joven muy parecido al señor, quien empezó a llorar igual o peor que la chica llamada Alice.

VIDEOCALL ~ Bangchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora