Nueva vida

54 0 0
                                    

La idea de que Gerardo tuviera poderes me parecía difícil de creer. Cosas realmente extrañas estaban sucediendo aquí, en Efara. ¿Cómo esa gente sabía que el fin estaba cerca? ¿Ellos también tendrán poderes? Tengo tantas preguntas, pero pocas respuestas. Dudo muchísimo que pueda aclarar todas mis dudas. Necesito al menos saber todo sobre esos "poderes". La conversación continuó, ¿realmente Gerardo tenía poderes especiales?

-No lo sé, Ana, puede ser que sí. Si él tiene poderes o no, lo sabremos pronto.
-Supongo que tienes razón.
-¿YO? ¿PODERES? Ustedes bromean, díganme que están bromeando.
-¿Lo que nos dijo Sofía te parece una broma?
-No, pero es que todo esto es difícil de creer.
-Créeme que lo sé. Oye, Sofía, necesito matricularme en una escuela.
-Eso es cierto, vamos.
-Pero quiero ir a una en específico.
-Déjame adivinar, quieres estar en la misma escuela que Gerardo.
-Sí, adivinaste bien.
-Muy graciosa, ¿dónde estudia?
-En la Neilen High School.
-Bien, vamos. ¿Quieres acompañarnos, Gerardo?
-Con mucho gusto las acompaño, señoritas.

Los tres nos montamos en el auto de Sofía y nos dirigimos hacia la escuela. Pude calcular que nos tardamos unos veinte minutos en llegar. Cuando llegamos, vi la escuela por la ventana del auto. La escuela era súper inmensa, llena de estudiantes por todas partes. Gerardo se había ausentado debido a todo lo que había sucedido. Supongo que mañana ambos tendríamos que asistir. La educación es algo sumamente esencial en la vida del ser humano. Sé que están pasando muchas cosas últimamente, pero no podemos dejar la educación a un lado. Ir a la escuela me despejaría la mente por completo, estoy segura de eso. Amistades nuevas, ambiente nuevo, todo diferente. Entramos a la oficina a matricularme. Mientras Sofía hacía las gestiones, yo y Gerardo tomamos asiento. Tuvimos una conversación en lo que Sofía terminaba.

-Siento como si tuviera una nueva vida.
-Me lo imagino, ¿cómo era la escuela a la que solías ir?
-Pues era divertida, aunque todos los días había un drama diferente. Mi mejor amigo, Javier, siempre andaba conmigo. En realidad, éramos como uña y carne. Casi todo el tiempo habían peleas, peleas por cosas inútiles. Aunque yo disfrutaba ver lo idiotas que se veían. Ahora que lo pienso, extraño mucho a mi mejor amigo.
-Suena cómico, ya verás que aquí será igual o mejor. Sé que debes extrañar mucho a tu mejor amigo, pero ahora me tienes a mí.
-Espero que así sea. ¡Qué gracioso! ¿Eres mi mejor amigo ahora?
-Todavía no, pero supongo que lo seré, tontita.
-Claro, siempre con tus chistes de mal gusto.
-¿Qué? ¿Te parece mala idea?
-No, solo bromeaba.

Tengo que admitir que la idea me parecía pésima. Él me gusta, ¿cómo voy a querer que solo seamos mejores amigos? Pero claro, no voy a demostrarle que me gusta, eso jamás. Sé que es orgullo de mi parte, pero no me quiero rebajar. Las chicas debemos darnos a respetar, darnos nuestro lugar. Si él da el paso, pues perfecto, sino ya aparecerá otro chico. Cuando terminamos la charla, Sofía por suerte había terminado. No lo podía creer, finalmente ya estaba matriculada en Neilen High School.

-Bien, ya estás oficialmente matriculada. Ahora tenemos que ir al centro comercial para comprarte materiales escolares y ropa.
-Esto es tan emocionante, y claro, vamos para el centro comercial.
-Ya veo que la novata está muy entusiasmada.
-Cállate, Gerardo.
-Tonta.

Salimos de la escuela y rápido emprendimos hacia el centro comercial. En todos estos años de mi vida, nunca había estado tan emocionada por asistir a la escuela. Espero que mis emociones no desaparezcan cuando empiece a conocer personas y ambientes. Aunque supongo que en todas las escuelas hay dramas y personas que no te caen bien. Llegamos al centro comercial y rápido nos dirigimos a comprar lápices, libretas y otros materiales esenciales. Luego de un largo día de compras, dejamos a Gerardo en su casa y nosotras nos fuimos para la nuestra. Sofía preparó algo delicioso de cenar, y llené mi estómago como nunca. Tomé un receso, me bañé y me acosté temprano, lista para el día de mañana.

AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora