VIII

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Ino se apoyó de Hinata para avanzar hasta el baño. La morena había escuchado el momento exacto en que la chica había rechazado la ayuda de Naruto, así que se había ofrecido ella.

Suponía que para la rubia sería vergonzoso que un chico la ayudara en algo tan personal como ir al baño, y tampoco es que fuera una invalida.

Hinata estaba segura de que su tobillo se arreglaría con el tiempo, así que de eso no se preocupaba, mientras Ino no lo forzara demasiado, todo estaría bien.

—Gracias. —murmuró la menor cuando la llevó hasta la cama de vuelta. Hinata notó que ya no había nadie en la habitación.

—Te traeré algo de comer.

Cuando salió, se encontró con todos reunidos en el recibidor. Kiba estaba sacando más latas de comida de las mochilas. Las primeras dos se las tendió a Sasuke, el cual las abrió para darle una a la niña sentada a sus pies.

Sakura aún estaba medio dormida, Hinata suponía que era bastante temprano para ella, apenas pasaban de las seis, y por alguna razón, ninguno había podido dormir más.

Avanzó saludando brevemente a todos y tomó dos latas, planeando acompañar a Ino antes de que tuvieran que ir en búsqueda de más comida.

...

—Pónganse los cinturones porque Kiba es una bestia conduciendo. —advirtió Hinata asomándose a los asientos traseros.

Tenten rió mientras Kiba pellizcaba el brazo de Hinata.

—Tú solo estás enojada porque te golpeaste la otra vez, pero quiero que sepas que fue tu culpa.

Hinata rodó los ojos. Iban en una camioneta, Shino se había quedado en el departamento porque, por muy sorprendente que fuera, parecía el único apto para cuidar niños.

Al principio habían planeado dejar a Hinata o Tenten, pero después de una rápida reflexión, decidieron que Shino sería mejor, además de que Tenten era muy buena con las armas y Hinata tenía los sentidos muy agudizados, lo que las hacía más útiles afuera que adentro. Shino, aunque era muy silencioso y ágil, tenía varios conocimientos médicos, no les convenía dejarlo fuera.

También habían pensado en dejar a Shikamaru, pero Tenten había señalado que él era muy bueno dando soluciones rápidas, y era quien les había permitido llegar tan lejos antes.

Sasuke simplemente no tenía la finta de ser bueno con los niños, y aunque Sakura no había querido separarse de él, Shino logró convencerla cuando dijo que le contaría un cuento.

Así que ahora iban los cinco en busca de la tienda de comestibles más cercana, o la que pareciera menos peligrosa.

—Si podemos llenar al menos cinco mochilas será suficiente para llegar, los galones podemos conseguirlos en la gasolinera que está sobre la calle Kyoshi, era usada como almacén, así que es más probable que encontremos ahí, si nos hace falta, podemos pasar a la que está a las afueras de la ciudad.

Kiba asintió con la vista fija en la calle. —¿Sabes llegar?

Shikamaru asintió. —Puedo decirte como llegar, he estado aquí antes.

...

—¿Qué haces? —preguntó en un murmullo al moreno. Shikamaru la miró de reojo y le mostró lo que llevaba en la mano. —¿Radios?

—Son como Walkie-talkie's.

—Sirven para comunicarse, nos servirán cuando las líneas comiencen a caerse, ya ni siquiera hay internet. —señaló Sasuke acercándose a ambos, llevaba cargando una mochila en cada mano. —Hay pilas en el mostrador.

Hinata asintió, abriendo su propia mochila para que Shikamaru echara todos los que pudiera. —Nos hará mucho bulto.

—Podemos llevar uno cada quien, así llevaremos menos en las mochilas.

...

—¿Haz matado a alguno?

—No sé si cuente como matar si ya están muertos. —contestó el moreno llenando una mochila y cargando otras dos. Tenten le cuidaba las espaldas con arma en mano.

—Supongo, pero sabes a lo que me refiero.

Kiba lo pensó un momento. —No mueren.

—¿Cómo dices?

—Solo es por un momento, pocos minutos, Hinata y yo lo descubrimos a las malas.

Tenten lo miró brevemente. —¿A qué te refieres?

—Antes de llegar aquí, Hinata y yo estábamos con un compañero de la Universidad. —comenzó, a su cabeza llegó la imagen de un chico castaño con gran sonrisa. —Se llamaba Konohamaru, estuvimos varios días juntos, era muy bueno disparando, en serio, podía hacerlo desde muy lejos, nunca fallaba. —suspiró con pesadez, cerrando la mochila que ya pesaba bastante. —Ese día tampoco falló, caminamos confiados de ello, y cuando estuvimos cerca, esa cosa simplemente se levantó, como si no hubiera pasado nada...

—¿Murió?

Kiba asintió, colocándose a su lado. —No reaccionamos a tiempo, se lanzó sobre él, Hinata disparó, pero ya era demasiado tarde. No nos detuvimos a ver como se transformaba.

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2021 ⏰

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