La mirada de Hinata fue desde aquel alto hombre hasta la pequeña de cabellos rosas que se escondía tras las piernas enfundadas en el traje negro.Kiba estaba a su lado llevando en la mochila la poca comida enlatada que había en la pequeña tienda a la que habían recurrido.
El sol estaba por ocultarse, y en poco tiempo la noche caería imposibilitandoles la vista.
El hombre frente a ellos levantó su arma y les apuntó, de inmediato Kiba se colocó frente a ella alzando su propia arma.
—Denme la comida. —habló el azabache, Hinata se tensó pero su novio ni siquiera se inmutó.
—Nosotros llegamos primero, abuelo.
La única niña presente comenzó a temblar de miedo, la oscuridad se apoderaba de ellos cada vez más rápido.
—Escucha anciano. —gruñó Kiba. —Esta comida ya tiene dueño, da la puta vuelta y lárgate antes de que te meta una bala por el culo.
—Cuida tus palabras imbécil, no sabes con quien estás hablando. —escupió el mayor.
—Me vale una mierda quién seas tú, no creo que a esos estúpidos de afuera les importe si tu carne viene de reyes o no. Baja el puta arma.
—Kiba... —susurró Hinata, ansiosa por irse de ahí. —Está obscureciendo. —señaló lo obvio.
—Toma la mochila y corre al auto. En cuanto yo suba arrancarás.
Hinata abrió los ojos con pánico. —P-pero yo no sé manejar.
—Preciosa, no creo que alguien te vaya a decir algo sí atropellas sin querer a un zombie. —Hinata puchereó y dando un suspiro nervioso asintió, estirando ambas manos para recibir la mochila con comida.
—La niña tiene hambre. —gruñó con enojo el hombre frente a ellos.
—Sí, bueno, nosotros tenemos a dos mocosos esperando, no es como si pudiera compadecerme de tí. —Kiba estaba por entrar en desesperación.
Un silencio los rodeó, los últimos rayos de luz empezaban a desaparecer y se escucharon unos quejidos en la lejanía.
—¡T-tenemos comida suficiente para los niños! —gritó en susurros Hinata, alterada sin dejar de ver en dirección al ventanal de la tienda. —S-si nos da a la niña podemos darle un poco, b-baje el arma, p-por f-favor.
El hombre pareció dudar un segundo, miró de reojo a la niña que apretaba su pantalón sin intención de soltarlo.
La idea no le desagradaba del todo, se libraría de ella y esos dos jóvenes no parecían tener malas intenciones. Él podría seguir su camino en busca del refugio donde estaba lo que quedaba de su familia.
—Señor Sasuke, tengo miedo... —murmuró la menor, escondiendo su rostro tras la tela del pantalón.
—Ve con ellos. —ordenó el mayor. La niña levantó la mirada aterrada. —Ellos te cuidarán.
—¡N-no los co-conozco!
Sasuke gruñó por lo bajo, antes de dirigir su mirada de vuelta a la pareja.
—¿Cuáles son sus nombres?
—Hyuga Hinata e Inuzuka Kiba. ¿Quien eres tú? —habló el moreno sin atreverse a bajar la escopeta entre sus manos.
—Uchiha Sasuke.
—Y-yo soy Haruno S-Sakura, t-tengo cinco añi-ñitos. —susurró la menor temblando.
—Mucho gusto Sakura-chan. —sonrió Hinata. —¿No quieres venir con nosotros? Estarás a salvo, te cuidaremos, ¿tienes hambre, cierto? Tenemos comida y un lugar para dormir, ¿Que dices? Solo tienes que darme la mano. —estiró el brazo para que tomara su mano, pero la pelirrosa negó con su cabeza.
—N-no iré sin el señor Sasuke.
—Ve con ellos.
—Vamos Sakura-chan, por favor.
—¡No!
—Hinata, tenemos que irnos. —susurró el moreno.
—¡Ya lo sé, maldición! —gritó presa del pánico cuando ya no había sol que los iluminara, el lugar había cobrado una apariencia tenebrosa.
Se escuchó un golpe en algún lugar de la tienda y los adultos se tensaron.
—¿Tienes auto? —preguntó Kiba a Sasuke.
—Sí.
—Entonces toma a la mocosa y síguenos.

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Hasta el fin del mundo
FanfictionY en el fin del mundo, ellos seguían queriendose. Y en el fin del mundo, seguían siendo los mismos. ☄Apocalipsis AU! ☄Kibahina (Kiba x Hinata) ☄Romance, drama, angst