"Prometiste nunca irte... ¿Por qué no cumpliste tu promesa?"
Riki es un joven príncipe que se negaba a casarse, en busca de un plan conoció a un chico pueblerino llamado Sunoo que escondía un gran secreto.
"Todo lo que haces tiene una consecuencia...
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"Flor de loto"
El significado de la flor de loto en el budismo es la pureza física y espiritual.
El agua lodosa que acoge la planta está asociada con el apego y los deseos carnales, y la flor inmaculada que florece en el agua en busca de la luz, es la promesa.
[...]
Un pequeño niño de cachetes regordetes y ojos únicos nació en una familia amorosa, padres cariños y con una gran deuda.
—Papi ¿puedo salir al pueblo? —un pequeño Sunoo preguntaba.
—Si, claro ve cariño. —eso fue lo único que le dijo su padre...
Después de regresar del pueblo algo cansado por haber jugado mucho, llegó a su casa para encontrar los cuerpos sin vida de sus padres.
Desde ahí comprendido que estaría solo, los guardias reales llegaron a la casa e intentaron llevarlo, pero él fue más inteligente y logró escapar.
Se adentró en el bosque, él conocía lugares donde otras personas nunca habían llegado, era muy astuto así que logró esconderse ahí hasta que los guardias dejaran de buscarlo y lo dieran por muerto o por desaparecido.
Volvió a su antigua casa, que era habitada por otras personas. Eso ya no le importaba, no tenía familia y no tenía otra persona que quién cuidará de él, así que le tocaba hacerse cargo de sí.
En el camino a su nueva vida conoció a Jake su mejor amigo. Ambos habían perdido a sus padres, así que se entendían entre ellos, decidieron formar su propia familia siendo mejores amigos y hermanos.
Aprendieron a defenderse y a lo largo de su vida nunca los atrapó uno de los guardias reales, siempre se salían con la suya.
Lograron encontrar una casa abandonada en el medio del bosque. Así que decidieron remodelarla y amueblarla para que vivieran juntos.
Cada día salían a buscar comida, a veces trabajo para tener dinero con que mantenerse y con el paso de los años ambos chicos cumplieron 17 años.
—¿Qué haces aquí? —pregunto Sunoo.
—Bueno me tocó un pequeño trabajo y ganaré mucho dinero, así podremos comprar lo que necesites para controlar tus vómitos. —contestó Jake.
—¿Pero qué clase de trabajo? —arqueo una ceja en forma de pregunta.
—Bueno, uno muy fácil... entregas. —contestó
—¿Pero sabes que hay en esa caja?— miro a Jake.
—No, me piden que no abra la caja mientras que yo entregué me pagan. —sonrió. Ya lo he hecho dos veces y nunca ha pasado nada malo.
