- Buenos días, Cabo. Será mejor que despiertes.
Era el segundo día en que Cabo era despertado por su compañero de hábitat. El pequeño había dado un bostezo que ciertamente hizo enternecer al ser morado de consistencia gelatinosa, a parecer de Cabo.
- ¿Los niños?
- Sí, llegarán en menos de diez minutos, debes desayunar, estar fresco para ellos .
Cabo volvió a asentir, se enjuagó la cara e hizo como David le decía. Y en efecto, unos minutos después, pequeños seres humanos de poco más de un metro de altura, lo rodearon y exclamaron sus "AWWW" a diferentes intensidades. Y entonces, cuando David, de acuerdo a lo planeado con el pequeño pingüino en aquellos diez minutos, dio un salto por los aires y salpicó de agua al público mientras daba un giro mortal, y sonreía con sus desalineados dientes.
Los niños que estaban alrededor del hábitat corrieron a esconderse tras sus padres llorando y los padres hicieron caras de disgusto y se retiraron, con amenazas de decir a Alice.
- ¿Estás bien, David?- Cabo preguntó consternado ante aquella escena. Debía sentirse triste (si es que se había dado cuenta que había sido a causa de su aparición (como él mismo acababa de hacerlo, (era el tercer día seguido en que aquello sucedía))).
- Sí, Cabo, lo estoy. Como te dije. Dejas de ser un cachorro y todo se acaba. - el pulpo bajó la cabeza y nadó hasta el fondo del pequeño estanque artificial, y se ocultó en un arrecife plástico que estaba en la parte del hábitat que le correspondía, fuera del bloque de cemento del pequeño pingüino.
-
- ¿Qué pasó con tu almuerzo?- Cabo frunció elceño
- Al parecer Alice no me vio, estaba algo escondido.
Lo había olvidado, había olvidado que había un pulpo, y eso que solo se había ocultado solo un día. Nadie lo extrañaba.
El pequeño se preocupó y sintió profundamente al oír aquello, pero aún así sonrió y ofreció una parte proporcional de lo que había recibido aquella mañana, el pulpo vaciló, pero finalmente estiró uno de sus tentáculos y lo tomó. La vida lo rechazaba y humillaba, pero al menos ahora le había dado un amigo.
Cabo y Dave pasaron ese día platicando y para la noche, ambos estaban muy cansados, pero reanimados, incluso si su familia ahora estaba lejos, no estaba solo. Y Cabo tuvo dulces sueños.
-
Skipper, Kowalski y Rico llegaron al zoológico a mitad de la noche, habían decidido que Cabo había estado demasiado tiempo fuera y era tiempo de volver a él. La misión había sido exitosa y ahora estaban haciendo un "reconocimiento"
- Kowalski, ¿dónde es más probable que tengan al pequeño Cabo?- Skipper preguntó tras ver ese lugar tan grande.
- Si no está descuartizado en algún congelador, claro- Kowalski susurró más audiblemente de lo que había planeado y siguió a aquel comentario una risita nerviosa.- Es probable que esté en el hábitat del oso polar.
Un encogimiento de hombros fue la señal que todos tomaron para comenzar a deslizarse hasta dar con dicho hábitat, el cual registraron demasiado minuciosamente, haciendo que el solitario oso perdiera la voz del susto (o al menos era lo que ellos creían porque el sujeto no decía nada por más que lo intentara (no se dieron cuenta de que eran sus constantes interrupciones las que lo hacían callar a cada momento)). Al no encontrar al pingüino ahí recorrieron todo el zoológico, sin resultados.
- Es claro que tendremos que hacer esto- Skipper levantó la voz, estaban en el centro del zoológico, era un hábitat con una forma curiosa y mucha agua.
- Pero Skipper...- Kowalski intentó intervenir.
- Pero nada, Kowalski. Es necesario. No me contradigas.
- No podemos hacer explotar un animal de esa forma
- Sí, sí podemos
- Podemos pero no deberíamos
- ¿Y eso?
- No es correcto
- ¿Es correcto el maltrato a otro animal?
- No...
- Entonces, ¿qué pasa si torturamos a un animal que tortura a otro animal? ¿Qué dice tu ética, Kowalski?- el tono del otro era agresivo y quien los oía en la oscuridad temía por aquel a quien dirigían la amenaza.
- ¡Ni siquiera sabemos si lo torturaron!- Kowalski refutó, no le gustaba que Skipper le dijera siempre que hacer.
- No importa, lo culparemos por... eh... por retener evidencia.
David ajustó el oído, ¿quiénes eran estos psicópatas?
- Quien sea que sepa algo de Cabo lo pagara, deseará no haber sabido de quien hablamos.
Los ojos del pulpo casi se desorbitaron, estaba empezando a tener algo de pánico hasta que asomó ligeramente la cabeza por la reja y vio a otros tres pequeños pingüinos (ligeramente mayores que Cabo), y se alivió, seguro con un golpe de su tentáculo acabaría con ellos.
Rico estaba mareado por la conversación de Kowalski y Skipper, había mirado a uno y al otro en solo segundos. Pero nadie notó sus náuseas, hasta que la dinamita estalló contra la reja haciendo que Dave volviera a estar tan temeroso como antes de aquellos pequeños individuos.
- ¿Qué está pasando aquí?- Cabo abrió los ojos mientras su corazón latía con fuerza- ¿Skipper? ¿Kowalski? ¿Rico? ¿Volvieron por mí?
- Justo como lo prometí- Skipper se escabulló por debajo de la reja (seguido por los otros dos) y abrazó al pequeño pingüino (justo como los otros dos)- te dije que lo haría. Jamás debes dudar de tu capitán, muchacho.
El abrazo familiar del recuentro tan esperado fue interrumpido por dos personas: una mujer pelirroja de pocos amigos y por un hombre que sostenía una especie de pistola.
- ¡Rico!- Skipper había planeado esa salida dramática desde hacía mucho, está vez saldría bien.
- Ah-ah- Rico movió la cabeza en señal negativa, su cargamento estaba agotado.
Lo siguiente que los pingüinos sintieron fue levitar, tras oír el detonador cuatro veces. Dormían, pero no sabían cuando despertarían de nuevo.
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Volando a casa para Navidad
FanfictionInspirado en la canción "Flying home for Christmas" de Black and White Christmas Album interpretado por los Pingüinos de Madagascar, esta historia tiene como objetivo mostrarte una tierna aventura que te enseñara lo que la Navidad significa. Acompañ...