Dear Amane ❀ 『 AmaNene 』

▒⃟҉♡ˎˊ- ━━ 06: Emociones desbordantes

Querido Hanako:

¡Felicidades por tu aceptación en el equipo de fútbol!.

Debo admitir que por un momento pensé que ya no entrarias después de lo que sucedió con Azazel-san en la cancha, ¡pero te fue mejor de lo esperado!. Por cierto, a ese chico lo sacaron después de mostrar su verdadera forma de ser cuando me acerque a ti y te felicité.

¿Como lo sé?, bueno, Mitsuba-kun hace muy bien su trabajo cuando de periodismo y chismes se tratan.

A todo esto, gracias por haberme estrechado entre tus brazos ese día, de verdad que lo necesitaba. No me había estado sintiendo bien estos días, y gracias a ti, ahora se que puedo salir adelante.

Con cariño,
Yashiro Nene.

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Un par de días después, la confesión de Tsubaki se dio como tal -peronfue rechazada, aunque no sé rendiría tan fácilmente- pero hubieron complicaciones de por medio antes de que aquello sucediera.

Una de ellas fue la ausencia de Nene durante un día entero. La gemela de Amane estuvo más que irritante ese día con todo el mundo, pues su única mejor amiga no estaba, y los nervios la consumían viva porque no había practicado lo suficiente para decir sus sentimientos a la famosa voz de los rumores matutinos y acontecimientos que pasarían durante los próximos días.

Hanako, por otra parte, estuvo más distraído que de costumbre, después de todo, Yashiro no estaba allí mirándole con molestia por estar haciendo trenzas pequeñas en su pelo o simplemente por estarlo enredando en su dedo. De alguna manera la extrañaba, y sentía raro por eso. Incluso en clase de doméstica llegó a pensar en hacerle unos dulces, solo que no sabía de cuáles, y al final no hizo nada. Por más que intentara sacarse a Nene de la cabeza, no lo lograba.

Aoi, por su lado, no vio raro el hecho de que faltará. Casi siempre faltaba una o dos veces cada dos semanas, y siempre eran por problemas familiares, así que, ese día que su mejor amiga no estaba, trato de llegar a Amane de alguna manera, aún si eso causará un poco de comentarios de mal gusto entre sus compañeras. Porque todas las alumnas de aquel salón, a excepción de aquel trío de buenos amigos, se daban cuenta que los sentimientos de Yugi Amane no estaban dirigidos a la alumna estrella de la clase 1-A. Y por muchos intentos que hiciera, jamás lograría enamorarlo como le había pasado a Aoi Akane.

Porque solo esa chica de ojos rubíes lograba ponerlo de ese buen humor que todos veían la mayor parte del tiempo.



— ¡¿Donde habías estado?!.— grito Tsubaki mientras la movía adelante y atrás desde los hombros.— ¡¿Sabes cuan preocupada estaba?!, ¡me ahogue en desesperación por tu culpa!.

— Vamos, hermana, dejala en paz, mira como la traes.— la apartó de ella y le tomo la cara con ambas manos, notando como su mirada seguía dando vueltas a pesar de que había parado.— ¿Estás bien?.

— Si, creo.. veo todo aún movimiento.— cerró los ojos y respiro un par de veces, para luego volver a abrir los párpados y sonreír con dulzura.— Estoy mejor, gracias.

— ¡¿Porque faltaste ayer?!.— grito otra vez.

— Lo siento, mis padres me llevaron de visita con mis abuelitos debido a un grave problema que tuvieron, no es para tanto.— explicó mientras se quitaba las manos de Hanako, sonrojandose por lo mismo.

— ¿Y eso que implica?.— la oji ámbar apretaba la mandíbula para no sobrepasarse. Sabía que mentía.

— Mi abuelo tiene problemas del corazón, y mi abuela está en silla de ruedas, así que no pudo atender con tanta rapidez el casi infarto de su marido.— suspiro.— Y debido a que mi abuela no confía en los hospitales, ella llama a mi madre para que mis padres le asistan en cuanto a eso.

— Es lo normal, Tsubaki-chan.— dijo Aoi mientras le daba unas palmaditas en un hombro.— Nene hace de asistente debido a que sus parientes solo confían en la familia.

— Tch, que molestia.— sin otra cosa que decir, se retiró del aula hecha una furia.

— ¿Se.. enojo conmigo?.— la oji rubí se entristeció.

— Suele pasarle, pero es porque estaba muy preocupada.— el de cabellos castaños le devolvió el flequillo.— Te llamo 34, veces en menos de una hora y ninguna la atendiste, y pensó que te pasó algo peor.

— Olvide el teléfono en casa, por eso no respondí.

— No importa, ya se le pasará.— le sonrió de lado.— En fin, como no estuviste ayer tengo que darte la noticia ahora.

— ¿Eh?.— miro a Aoi y está solo negó con la cabeza mientras una sonrisa dulce se mantenía en sus labios.— ¿Sobre que?.

— Me han aceptado en el club de fútbol y me han pedido que haga una demostración de mis habilidades el día de hoy.

— ¡¿De verdad?!.— sono emocionada.— ¡Entonces iré a verte, te daré ánimos!.

— Entonces te veo allí, después de clases.

Las mejillas le ardían y sentía que el corazón le iba a mil. Era la primera vez que alguien le invitaba a ver una práctica de deportes, y estás casi segura que ya se veía allí desde instante. Nene soltó un chillido de emoción y se acercó a su mejor para celebrarlo. Y aunque esta no se encontrará muy feliz que digamos, le deseo suerte, por más que sintiera asco a lo que acababa de presenciar.

Ahora los celos la inundaban.