▒⃟҉♡ˎˊ- ━━ 10: Confesión

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Querido Hanako:

Hoy es el día. Al fin te diré todo esto.

Ya no hay nadie que me lo impida, solo espero que tu aceptes estos sentimientos que con tanta calidez he creado y guardado para ti.

Quiero que sepas que, pase lo que pase, entenderé si me rechazas. Quizás me destruyas, pero estaré bien. Solo dime la verdad y no la disfraces de cariño.

Te diré todo esto en la azotea del viejo edificio, donde el atardecer se ve más hermoso que otros días.

Al fin te lo diré.

Me gustas, y te diré esto frente a frente.

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Han pasado ya tres meses después de lo que ocurrió con Aoi. Todo volvió a la normalidad, y parece ser que nuestra protagonista consiguió un poco más de atención de sus compañeras gracias a que estás empezaron a conocerla mejor. Por otra parte, la mala pesadilla que todos tenían que soportar al final termino cambiándose de escuela, dando una excusa a sus padres que el sistema educativo ya no le había convencido y que por tanto deseaba retomar sus estudios en la academia de excelencia y para chicos dotados a la que asistía cuando era niña.

Todo empezó a mejorar, al menos en su mayoría.

Yugi Tsubaki al fin habían podido formalizar su relación con Nanamine Sakura, después de tantos intentos y suplicas. Solo tenían un mes, pero eso la había brincar de la emoción al tener una novia tan fantástica como ella. Mei había comenzado a trabajar en uno de sus proyectos de vida más importante, el cual constaba en salir de su enfermedad tras empezar a tomar las terapias y medidas que los doctores constantemente le aclaraban. Ya casi no se veía por la escuela, pero al menos su vida empezaba a tornarse de colores conforme se iba librando de las barreras de su leucemia. Kou, por otro lado, al fin había dicho por lo alto lo tanto que amaba a ese chico de cabello rosa que era muy risueño y de mal carácter que tanto lo tenía loco desde su primer año de secundaria, enfrentándose así a la furia de su padre y hermano por la decisión que había tomado. No le había importado en lo absoluto casi ser desterrado de la familia Minamoto, ya que su hermana mayor, Misaki Yako, le recibiría con los brazos abiertos tras haberse revelado con tanto valor.

Para Nene, saber de las alegrías de sus mejores amigos la había motivado, y por tanto, hoy al fin daría ese paso que durante meses había esperado dar.

Al fin lograría decirlo a gritos.
Al fin podría mirarlo con ese amor que tanto le tenía.

Al fin se lo diría. Por fin podría decirle te amo. Sin barreras. Sin terceros.

Solo ella y él.

Así que, motivada y con el sentimiento casi haciéndola estar apresurada en todo, ese mismo durante el almuerzo se dirigió hacia los salones de economía, donde suponía que el club de cocina podría recibirla. Tras abrir la puerta, Kou le recibió con una gran sonrisa, ya que sabía de la noticia y estaba emocionado, así que con rapidez se acercó a darle un gran abrazo por su valentía. Puede que Sousuke de haya puesto celoso -porque estaba allí con su novio para ver qué hacía en su amado club-, pero este también felicitó a la de tobillos gruesos con comentarios simples y nada vulgares, cosa que Yashiro agradeció y le regaló un abrazo tras su apoyo.

— ¿Entonces qué haremos?, hay poco tiempo, pero sobra y basta.— dijo tras pasarle el cuello del delantal por la cabeza.

— Quiero hacer unas donas y decorarlas con estrellas.— le respondió tras amarrarse el pelo.

— ¿No se vería un poco.. eh.. absurdo?, ¿porque no le pones corazones o algo más?.— opino con una mueca el oji rosa. Odiaba ser muy amable en ese momento, pero sabia que lo necesitaba, si no, sería un manojo de nervios más tarde.

— Porque el espacio, las estrellas y los planetas son su pasión, y por tanto, no puedo excluir eso en mi confesión.— saco de su bolsillo de la falda un papel doblado y algo arrugado, desdoblandolo para darle una mirada a las letras que tenía escritas allí.— Además, las necesito para poder decir esto.

— ¡Entonces no se diga más, empecemos con esto!.

A una velocidad considerable, aquel trío con ayuda de las demás del club de cocina, trabajaron en la masa y las decoraciones pequeñas de caramelo que tendrían las donas a regalar. La oji rubí puede que haya terminado un poco llena de crema y caramelo tras haber arruinado un par de donas de chocolate -que Mitsuba se terminó comiendo por qué no le gusto como habían quedado-, pero eso no le importaba en lo más mínimo. Solo deseaba tenerlas enfriando antes de que el día terminará.

Pero debido al corto tiempo que tenía por el descanso, dio gracias a su mejor amigo y a su equipo por la ayuda que le habían prestado para hacer dicho obsequio, aclarando que les haría algunos dulces caseros cuando tubería la oportunidad y si es que no quedaba devastada por su confesión.

Al llegar al salón, sonrió con alegría a Amane, quien acababa de llegar junto a Tusbaki y está corrió a recibir a Nene, tomándola de la cara para así darle muchos besitos y luego irse. La de cabello crema rió ante sus acciones, pero supuso que debía empezar a acostumbrarse a su manera de recibirla. Había empezado a hacer eso cuando tenía recién dos días de haber empezado a salir con aquella chica de cabellos verdes.

Cuando regreso la vista hacia el amor de su vida, su corazón empezó a later con tanta fuerza, que por un momento pensó que se le saldría del pecho. Porque verlo allí, mirando la ventana con una mirada perdida y con esas luces solares realzando de sus ojos amberinos.. eso solo hacia que sus latidos salieran desbocados, poniéndola nerviosa, algo roja y muy ilusionada.

Aún si el timbre había tocado y ella tuvo que retirarse a su asiento, antes de sentarse se dirigió hacia él y le tomo las manos, diciendo después:

«Nos vemos en la azotea del antiguo edificio después de clases. Quiero decirte un cosa importante.»

N

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N.A: Se acerca el final.

Dear Amane ❀ 『 AmaNene 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora